Un experimento puso a prueba el efecto Mona Lisa en cazadores
19 octubre, 2022
Uno de los detalles más famosos de la Mona Lisa es su enigmática mirada. Para muchos parece que la pintura sigue a sus observadores con la mirada.
Un grupo de investigadores se preguntó si pasaría algo similar en el reino animal. Para comprobarlo decidieron poner a prueba a un grupo entrenado de cazadores y presas artificiales con texturas que simulaban ojos.
El depredador que se siente observado
El efecto “Mona Lisa” consiste en sentir que una imagen nos observa. Si los ojos apuntan hacia el centro de la imagen es común que el observador se sienta observado. No se trata de un fenómeno comprobado científicamente e incluso se ha descartado en la propia pintura que le da nombre. Sin embargo, despertó una sospecha que sí fue puesta a prueba.
Un grupo de investigadores del Instituto Max Planck de Química Ecológica y la Universidad de Newcastle se preguntó si en la naturaleza existiría algo similar. Algunos animales que juegan el papel de presas están cubiertas por formas similares a ojos. Un ejemplo de esto es la mariposa pavo real.
Tomando a este lepidóptero como ejemplo se desarrolló un experimento. Las alas de la mariposa pavo real imitan la forma de un par de ojos. ¿Podría esta forma darle alguna ventaja de supervivencia ante sus predadores? Para confirmarlo se imitó a esta mariposa de forma artificial.
Se creó tres diseños distintos de mariposa artificial. Uno de ellos tenía los círculos de modo que parecían mirar hacia la derecha, otro simulaba mirar a la izquierda. El tercer grupo de mariposas artificiales mostraba círculos concéntricos, como si el par de ojos mirara al centro.
El siguiente paso fue preparar a un cazador para esta presa. Se entrenó a un grupo de pollitos para cazar a estas mariposas artificiales. Al atraparlas se les ofrecía como premio gusanos de harina. Una vez que estaban listos se les enfrentó a las presas diseñadas con “ojos apuntando en direcciones distintas”.
Se construyó una especie de pasarela para los pollitos que los llevaban directo hacia la presa. Los investigadores observaron la reacción de los cazadores ante cada diseño de mariposa.
Cuando se acercaban a las que parecían tener ojos mirando hacia alguno de los lados se mostraban seguros al atacar del lado opuesto o de frente. Si llegaban por el lado al que parecía mirar se movían con cautela.
La reacción de los pollitos ante los círculos concéntricos confirmó el efecto de sentirse observado. Los cazadores se mostraban más cautelosos. Sus movimientos no mantenían la seguridad que mostraban ante los otros dos diseños cuando parecían mirar a otro lado.
“La naturaleza parece utilizar el efecto Mona Lisa también. Pero en el reino animal, puede ser una cuestión de vida o muerte”, comenta en un comunicado Hannah Rowland del Instituto Max Planck para Química Ecológica en Jena, Alemania.
En la pintura hecha por Leonardo Da Vinci el efecto Mona Lisa ya ha sido descartado. Un estudio realizado en la Universidad de Bielefeld estableció la mirada de la protagonista de este cuadro a 15.4 grados hacia la derecha. Sin embargo, la reacción del observador que se siente observado parece estar presente en la naturaleza.
“Las manchas oculares con círculos concéntricos parecen mirar a los depredadores potenciales, como nuestros polluelos, desde muchas direcciones, al igual que los retratos que parecen mantener el contacto visual sin importar dónde se encuentre en la habitación. Esto probablemente también explica por qué, en la naturaleza, las manchas oculares han evolucionado independientemente en diferentes animales para disuadir con éxito a los enemigos”, concluye Hannah Rowland.
Así como un espectador humano llega a sentirse observado en una sala de museo, los animales pueden reconocer la forma de una mirada en su presa. Aún cuando se trate únicamente de una textura sobre la piel, o alas como en el experimento citado. Mientras nosotros nos sentimos parte de una obra de arte por un momento, un cazador bien podría asumir que ha sido descubierto y debe actuar con cautela.