Descubren un extraño objeto de brillo regular en la Vía Láctea Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
28 enero, 2022
El universo aún tiene muchos misterios en espera de ser descubiertos, uno de ellos apareció durante el confinamiento de 2021. Fue descubierto desde el telescopio Murchison Widefield Array ubicado en el desierto australiano occidental. Se trata de un objeto que emite “enormes ráfagas de energía” con una regularidad que hasta ahora no se conocía.
Cada 18 minutos con 18 segundos realiza una emisión que dura alrededor de un minuto. Esta precisión ha provocado que se le describa como “inesperado” y “espeluznante”.
Un destello cronométrico
Los datos fueron recopilados en 2018. Al parecer el objeto emitió sus ráfagas regularmente y tras unos meses desapareció. El hallazgo fue hecho por Tyrone O’Doherty, un estudiante universitario que apoyaba a Natasha Hurley-Walker, una de sus profesoras, haciendo una investigación sobre fuentes de radio. El objeto recibió el nombre de GLEAM-X J162759.5-523504 y se encuentra a 4 mil años luz de distancia, aproximadamente.
GLEAM-X J162759.5-523504 es una de las fuentes de radio más brillantes en el cielo, de acuerdo con el Centro Internacional de Investigación de Radioastronomía (ICRAR, por sus siglas en inglés). El objeto es lo que se conoce como “transitorio”, se les llama así porque emiten luz intermitentemente, como si encendieran y apagaran. En este grupo se encuentran las supernovas que son “transitorios lentos” porque se les observa por un tiempo y después dejan de emitir luz, también están las estrellas de neutrones que son “transitorios rápidos” que se encienden y apagan en cuestión de segundos o milisegundos.
Lo que se observa en este objeto coincide con uno que sólo se conocía en teoría, el “magnetar de periodo ultralargo”. Este objeto teórico es un tipo de estrella de neutrones de giro lento, de acuerdo con la explicación de Natasha Hurley-Walker, quien dirigió el estudio. “Pero nadie esperaba detectar directamente una como ésta porque no esperábamos que fueran tan brillantes. De alguna manera está convirtiendo la energía magnética en ondas de radio de forma mucho más eficaz que todo lo que hemos visto antes”, comenta la especialista.
Hurley-Walker narra que buscaba una relación entre la frecuencia y el brillo para comprender los fenómenos físicos en el objeto. Para esto debía registrar diferentes frecuencias antes y después del brillo pero no aparecieron las variaciones. A los 18 minutos de la primera lectura aparecía nuevamente. La primera conclusión fue que debía haber un error en la calibración del telescopio o quizá algún tipo de interferencia como señales de televisión o reflejos en la ionosfera terrestre.
Una emisión constante podría ser el gran logro de quienes buscan vida extraterrestre inteligente pero no era el caso. La revisión hecha por Hurley-Walker mostró que el origen era una fuente natural por la gran potencia que mostraba. Para confirmar las observaciones, la astrónoma recurrió al archivo de del telescopio Murchison Widefield Array que abarca 8 años de operaciones y almacena 40 petabytes de datos. Entre los registros encontró 70 ocasiones más en las que apareció este brillo, todas de 2018, después desapareció.
El análisis de datos nos da algunas características de este objeto. Debe ser más pequeño que nuestro Sol. Además, posee un campo magnético muy fuerte. Las conclusiones de esta investigación han sido compartidas con astrónomos de todo el mundo y la respuesta general es de asombro pero sin atinar a reconocer a este objeto.
Este tipo de objetos no habían sido observados antes y la explicación que da Hurley-Walker es sencilla: no se les había buscado antes. Retomando su experiencia, menciona que en un inicio ella intentó ajustar sus observaciones a los objetos que conocía previamente pero no se trataba de un pulsar o una supernova. Ahí había algo diferente y gracias a que analizó una gran cantidad de datos descubrió los detalles sobre su frecuencia e intensidad.
Posiblemente ya desde otros observatorios astronómicos se han encontrado datos similares pero no se tomaron en cuenta por no coincidir con las expectativas de búsqueda. La astrónoma sugiere observar desde los telescopios abiertos a posibilidades inesperadas.