Un grupo de orcas aprende a atacar embarcaciones Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
25 mayo, 2023
Un grupo de tres orcas que habitan el estrecho de Gibraltar está adquiriendo una conducta única en el mundo. A principios de mayo hundieron a su tercer bote en tres años.
El último incidente provocó que el barco se hundiera. Las orcas, también conocidas como ballenas asesinas, tienen un modo de operar muy peculiar en su ataque a los barcos.
Un grupo de orcas enemigas de los barcos
El 4 de mayo el grupo de orcas hundió a un bote en el estrecho de Gibraltar. Cerca de las costas de España y Portugal una subpoblación orcas está acosando a los navíos. Los ataques se han reportado desde 2020.
El patrón común en estos ataques son las mordidas al timón. El 20% de estos ataques hacen suficiente daño para inhabilitar las embarcaciones. Así lo explica Alfredo López, quien investiga a las orcas para el Grupo de Trabajo de las Orcas del Atlántico (GTOA), que monitorea a estos cetáceos.
“Es un comportamiento raro que solo se ha detectado en esta parte del mundo”, aclara Alfredo López. Los investigadores no tienen claro el porqué las orcas atacan a los barcos.
Se tienen por ahora dos hipótesis. La primera es que ha surgido una moda entre la subpoblación; los cetáceos como delfines son conocidos por seguir modas de acuerdo con López. Por otro lado, también se considera la posibilidad de que actúen como respuesta a alguna mala experiencia relacionada con botes.
Aunque se conocen tres hundimientos en el estrecho de Gibraltar, los ataques han sido muchos más. El primero ocurrió en mayo de 2020. Desde entonces han ocurrido 505 casos de orcas que reaccionan al paso de los barcos.
No todos los casos ocurren de la misma forma. En algunos hay un acercamiento. Una parte de ellos llega a un contacto de las orcas con los barcos. En junio de 2022 la revista Marine Mammal Science publicó un estudio donde se catalogaban 49 casos de contacto de orcas con barcos.
Los barcos preferidos de estas orcas son los veleros y los catamaranes. Ambos son diseños ligeros. Mientras que los primeros se caracterizan por ser impulsados por una o más velas, los segundos tienen un par de cascos paralelos, lo que distribuye el peso y le da estabilidad.
Las embarcaciones que han sido atacadas son tanto barcos pesqueros como vehículos de motor. Su largo promedio es de 12 metros. Como referencia, la longitud de una orca llega a ser de 9.2 metros.
Los investigadores han notado que las orcas atacan al timón. En ocasiones raspan el casco con sus dientes. Cuando alcanzan el timón dejan al barco incapaz de seguir navegando.
Las ocasiones en que las orcas lograron hundir un barco han sido tres. La primera ocurrió en julio de 2022; se trató de un velero con cinco tripulantes. La segunda fue en noviembre de 2022; nuevamente un velero, esta vez con 4 personas a bordo.
En mayo de 2023 las orcas lograron hundir al velero suizo Champagne. El bote tuvo que ser abandonado. En todos los casos los tripulantes fueron rescatados sanos y salvos.
El tiempo promedio que duran los ataques es de media hora. Sin embargo, algunos se prolongan hasta dos horas. En el caso del velero Champagne, el ataque duró 90 minutos.
En 2020 se observó a nueve individuos diferentes de orca que atacaban botes. No se sabe si se han unido nuevos desde entonces. Se tienen identificados a dos grupos diferentes que realizan los ataques: uno formado por tres jóvenes y otro de cuatro integrantes de diferentes edades.
Una de las orcas identificadas recibió el nombre de White Gladis. Fue la primera adulta que se reconoció en este tipo de actos. Los investigadores sospechan que alguna vez se enredó en una línea de pesca en esta región y eso la llevó a tener una asociación negativa con los barcos. Otros adultos de la zona han sufrido lesiones por barcos o líneas de pesca.
La posibilidad de una reacción a una mala experiencia no es aceptada completamente. Deborah Giles, quien es directora de investigación en la organización sin fines de lucro Wild Orca del estado de Washington en Estados Unidos no se muestra convencida con esta hipótesis.
Giles recuerda que entre las décadas de 1960 y 1970 se capturaron orcas entre las costas de Oregon y Washington. En esta región del mundo no se reportaron ataques de estos cetáceos hacia barcos como ocurre ahora en el estrecho de Gibraltar. La investigadora considera que la reacción de las orcas a partir de una mala experiencia es sólo una especulación.
La población de orcas en esta región se encuentra amenazada y los investigadores temen que los ataques a barcos las vuelvan más vulnerables. En el último censo que se realizó en 2011 se contabilizaron 39 individuos. En 2014 un estudio encontró que estaban migrando para seguir a los atunes rojos del Atlántico, que son una de sus presas principales.
Las autoridades recomiendan a los botes mantenerse lejos de las orcas y bajar la velocidad. Los ataques a barcos también representan un peligro para las orcas que pueden terminar lastimadas. Por ahora no se sabe cuál es la causa pero se busca que los ataques reduzcan su frecuencia.