Un loro gigante habitó Nueva Zelanda hace 19 millones de años Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
7 agosto, 2019
Nueva Zelanda es reconocida por las aves gigantes que la han poblado. Al igual que otras islas, permite las condiciones para que se desarrollen aves de grandes dimensiones. Recientemente un equipo de investigadores reportó el descubrimiento de un fósil que perteneció a “Hércules”, el loro más grande conocido hasta ahora. Alcanzaba un metro de altura y vivió aproximadamente hace 19 millones de años.
Un loro en la cima de la cadena alimenticia
Su nombre científico es “Heracles inexpectatus”. Se le llamó por el mito griego del semidiós de gran tamaño y fuerza. Además, se trata de un descubrimiento inesperado. Los restos de “Hércules” fueron encontrados en St Bathans, en Otago Central, Nueva Zelanda. Esa región es conocida por la gran cantidad de fósiles aviares del periodo Mioceno que alberga.
Se cree que “Hércules” vivió en un entorno lacustre subtropical. Compartió su ecosistema alrededor del lago con cerca de 40 especies de aves. Cuando los cambios climáticos vinieron y la temperatura comenzó a bajar el entorno dejó de ser favorable para la especie. Su alimentación aún no está definida pero se cree que fue muy amplia.
La altura de esta ave fue de aproximadamente un metro y su peso se estima en 7 kilogramos; para alcanzar esas dimensiones debió tener una alimentación amplia. Por ahora se cree que debió alimentarse de frutas y semillas, aunque se considera también la posibilidad de que cazara a animales pequeños o se alimentara de carroña de moas (aves de gran tamaño endémicas de Nueva Zelanda).
Su pico fue del tamaño y capacidad adecuada para romper cualquier obstáculo alimenticio. EL Profesor Michael Archer del Centro de Investigación UNSW de Paleontología, Geobiología y Archivo de la Tierra en Sidney (PANGEA), comenta que “Hércules, como el loro más grande que ha existido, sin duda con un pico masivo que podía romper todo lo que eligiera, quizá una buena cena mejor mayor a la comida convencional de loros, incluso hasta a otros loros”.
Al descubrir una especie antigua es imposible evitar las comparaciones con las especies que conocemos, ya sea porque coexistimos con ellas o porque se han investigado profundamente. En cuanto a la alimentación se especula en la variedad de sus alimentos por otras aves de gran tamaño como los keas, loros que habitan las montañas de Nueva Zelanda, esta especie disfruta el sabor de las ovejas que fueron introducidas a territorio neozelandés en 1773. En cuestión de tamaño se le compara con el Kakapo, el cual vive actualmente en la misma región y tiene la mitad del tamaño que alcanzó “Hércules”.
Nueva Zelanda ya es un referente de exotismo. Hace 19 millones de años debió ser aún más difícil de imaginar. Vanesa De Pietri, curadora e investigadora del Museo de Canterbury describe el depósito de fósiles donde fue encontrado “Hércules” como un lugar en que había una gran variedad de fauna, típica en los climas subtropicales. Junto con este enorme loro vivieron también cocodrilos, tortugas, muchos murciélagos, otros mamíferos y más de 40 especies de aves.
Los resultados de la investigación sobre el fósil de “Hércules” se publicaron recientemente en la revista científica Biology Letters de la Royal Society. En ella participaron: Trevor H. Worthy, Suzanne J. Hand, Michael Archer, R. Paul Scofield y Vanesa L. De Pietri. Aunque la imagen de animales gigantes es común cuando pensamos en el pasado, ahora tenemos el fósil de un loro del tamaño de un niño que confirma una parte. El depósito en donde se encontró aún tiene mucho que mostrarnos. ¿Cómo habrán sido los compañeros de “Hércules” en el Mioceno?