Un meteorito causó glaciación hace miles de años y las evidencias están en México Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Así como han existido periodos muy cálidos también han pasado otros muy fríos. Ahora vivimos una época de calentamiento en un periodo en el que no debería ocurrir, y esto se le adjudica a la acción humana; sin embargo, no es la única excepción. Hace 12,800 años ocurrió una glaciación y la causa fue propuesta por una investigadora mexicana.
Evidencias bajo un lago
La Doctora Isabel Israde Alcántara investiga asuntos relacionados con las necesidades de su región: Michoacán. Entre ellos los más comunes son tiraderos y cambio climático. Este último es el tema de uno de sus descubrimientos más notables, aunque no se trata del clima actual, sino del de hace miles de años.
Se sabía desde antes que el norte de América había sufrido una disminución importante en la población humana hace aproximadamente 12,800 años, lo que se atribuía a una infección. Se estimaba que los únicos afectados habían sido los territorios de lo que ahora son Estados Unidos y Canadá pero los resultados de investigaciones en lagos de México, inicialmente el Cuitzeo en Michoacán, muestran que se trató de un evento muy diferente.
Al igual que el objeto que provocó el cráter de Chicxulub, el detonante vino del espacio. Después de la colisión vinieron ondas de choque, radiación y vientos que darían las condiciones propicias para incendios forestales que producirían restos de carbón elevándose a la atmósfera en grandes cantidades.
Una glaciación con diferentes explicaciones
En los últimos 2 millones de años los periodos de calor y frío han sido regulares. Aproximadamente cada 100,000 años sucede una glaciación. Sin embargo, la glaciación documentada por la Doctora Israde ocurrió en un periodo que debía ser cálido. El cambio de clima redujo las posibilidades de vida animal y vegetal, incluida la humana.
La teoría que se tenía hasta ahora incluía un gran bloque de hielo norteamericano. Aparentemente este se habría desprendido para después frenar los sistemas de convección marina cálida. Con esto, la evaporación del agua también se habría detenido y las condiciones climáticas se habrían visto afectadas. Se consideraba el impacto de un objeto contra la Tierra pero no había más pruebas de ello.
En 2007 el investigador estadounidense Richard Firestone encontró una capa de combustión en Groenlandia; el descubrimiento fue consecuencia de los desprendimientos de hielo que han ocurrido en los últimos años debido al calentamiento global. La antigüedad de esta marca es de 12,800 años, y fue aquí que apareció la propuesta sobre el meteorito que demostró la investigadora michoacana.
Un sedimento de carbón
Una parte importante del trabajo de investigación de los lagos en Michoacán consiste en tomar muestras a través de una especie de popotes de metal, para conocer información sobre las capas de la Tierra. En ellas había un detalle peculiar; en una de las capas había evidencia de un crecimiento considerable del lago. Esto parecía un error ya que se trata de un cuerpo poco profundo; sin embargo, era una pista. Lo que se encontró fue carbón que ayudó a conocer su antigüedad.
La clave para encontrar el último elemento fueron las algas diatomeas. Estos seres tienen un periodo de vida corto pero son capaces de conservar información por mucho tiempo. En ellas había esférulas de hierro, esferas muy pequeñas adornadas en forma de coliflor, gota o filigrana, visibles desde el microscopio. Las esférulas se producen por un enfriamiento muy rápido.
Con estas esférulas es posible calcular la dirección del viento cósmico al momento del impacto. Los choques con objetos que viajan por el espacio no son el único origen posible para estas esférulas, pero la otra opción es que fueran producidos industrialmente, y para los 12,800 años que se les calcula eso es simplemente imposible. Además, no se trató de un único meteorito sino de varios pedazos de uno que se destruyó al entrar en la atmósfera terrestre.
Se calcula que cayeron alrededor de 18 millones de toneladas de fragmentos del meteorito por toda la Tierra. A diferencia del que acabó con la vida de los dinosaurios, no hubo un sólo impacto, sino varios. Se han encontrado pedazos en distintas partes del planeta: Bélgica, Siria, Venezuela, España, Italia y Rusia son sólo algunos de los más representativos.
Los cambios en el clima son algo natural en nuestro planeta. Responden a ciclos, aunque no son la única causa. Pueden ser provocados tanto por eventos externos como el meteorito de hace 12,800 años o por la acción humana.
Quizá en un futuro los restos de nuestra acción sobre el planeta también sean analizados para comprender un período aparentemente inexplicable de la historia de la Tierra.