Un movimiento tectónico poco conocido podría estar encogiendo al Océano Atlántico Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
5 febrero, 2019
Por: Luis Moctezuma
João Duarte es un geólogo marino del Instituto Dom Luiz de la Universidad de Lisboa, durante años ha investigado lo que ocurre en la costa de Portugal y ya tiene una explicación. En 1969 ahí ocurrió algo que no se esperaba: un tsunami provocado por un terremoto masivo. La explicación que este investigador y su equipo ofrecen va mucho más allá de las costas de la Península Ibérica.
Una sacudida donde nadie esperaría un terremoto
La zona en que se unen las placas tectónicas Africana y Eurasia es al sur de la Península Ibérica pero la explicación no es tan simple como esto. Los movimientos por estas dos placas son ligeros. Históricamente hay un arrastre hacia este y también se percibe movimiento hacia el norte pero es ligero. Además, los movimientos no se han dado exactamente en la zona donde se unen estas placas.
El terremoto de 1969 tuvo su epicentro en una llanura abisal. Ahí no hay indicios de actividad tectónica, no existen fallas geológicas, montañas submarinas, ni ningún tipo de accidente significativo. El geólogo de la Universidad de Brest Marc-André Gutscher describe este espacio como una planicie de Kansas a 4.8 kilómetros de profundidad.
La explicación de Duarte y su equipo de colaboradores es que se está creando una zona de subducción. En términos coloquiales, pareciera que la placa se descascara. La propuesta se presentó en la Reunión Europea de Geociencias en el mes de abril. Si fuera correcta esta teoría, sería el primer paso propuesto por algunos modelos en que Europa se desplazará hacia Canadá.
Antes de preparar las maletas
No se trata de un proceso que vayamos a ver pronto, incluso falta que sea confirmado por la comunidad científica. Los vuelos transatlánticos seguirán para quienes quieran visitar el viejo continente. Lo que si se tiene es una posible explicación sobre la actividad sísmica en una región del mundo que aparentemente no debería tener ningún movimiento.
En zonas como el cinturón de fuego del Pacífico es comprensible que haya una actividad sísmica constante. Ahí existe una zona de subducción y casi el 90% de los terremotos en el mundo pertenecen a esta región. Sin embargo, Portugal está muy lejos de ahí, en una zona mucho más apacible.
Un estudio hecho en 2012 hizo un análisis de ondas sísmicas. A través de algo parecido a un ultrasonido se observó la estructura interna de la tierra. Exactamente en la zona donde se registró el epicentro del terremoto portugués de 1969 había una masa densa y persistente. Un análisis más profundo concluyó que podría tratarse de una zona de subducción.
João Duarte no es el primero en proponer que en la costa de Portugal se está creando una zona de subducción. Algo similar fue propuesto por Yoshio Fukao de la Agencia Japonesa de Ciencias y Tecnología Marino-Terrestre. En 1975 Michael Purdy, vicepresidente de investigación en la Universidad de Columbia propuso una idea similar a la del geólogo portugués.
La propuesta sobre una nueva zona de subducción aún tiene que pasar varias pruebas. Una de las razones para que no se le acepte inmediatamente es que en sus alrededores no hay actividad sísmica; es una excepción en medio de un terreno en calma. Por ahora Duarte y su equipo de colaboradores preparan un documento para ser enviado a revistas científicas con revisión de pares. De ser consistente veremos la publicación y habrá que seguir el proceso de investigación alrededor de un movimiento tectónico que apenas comienza.