Un objeto interestelar chocó con la Tierra en 2014 Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
12 abril, 2022
En 2017 fue descubierto Oumuamua, lo que se creía que era el primer objeto interestelar conocido. Tras la desclasificación de información confidencial por parte del Comando Espacial de Estados Unidos (USSC), se ha confirmado que un meteorito de origen interestelar ardió sobre el cielo de Papúa Nueva Guinea en 2014, tres años antes que se conociera a Oumuamua. Tanto la trayectoria como la velocidad del objeto confirman en un 99% que se trata de un visitante interestelar, mucho más pequeño y que logró acercarse mucho más que el objeto con forma de cigarro que desató la polémica desde hace unos años.
Un choque que se había mantenido oculto
El meteorito medía 0.45 metros de diámetro. El 8 de enero de 2014 se estrelló con la atmósfera terrestre. Viajaba a 210 mil kilómetros por hora, lo que es muy superior a la velocidad promedio de los meteoros dentro de nuestro sistema solar. Un estudio realizado en 2019 consideró a su velocidad y trayectoria como pruebas casi definitivas para confirmar que provenía de fuera de nuestro sistema solar. Para confirmarlo faltaba la confirmación de datos clasificados en poder del USSC.
El primero de marzo de 2022 el USSC envió un memorándum en que se confirma información relacionada con el meteorito. El 6 de abril se publicó en su cuenta de Twitter. En el documento, el Teniente General del USSC, el subcomandante John E. Shaw, confirma que el estudio publicado en 2019 estaba en lo correcto. Se tiene información suficiente para considerar que el origen del meteorito está fuera del sistema solar.
El artículo puede consultarse en arXiv, donde aparece como en espera de publicación (por parte de una revista científica). Los autores son Amir Siraj y Abraham Leob del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard. Los autores consideran que el objeto tiene como punto de partida un sistema planetario del interior profundo o una estrella del disco gruesa de la Vía Láctea (la franja que se extiende alrededor de los brazos de la galaxia). Se menciona que su origen es en ascensión recta de 49.4±4.1° y declinación de 11.2±1.8°; esto indica que su vector de velocidad inicial era 58±6 kilómetros sobre segundo de distancia de la velocidad de Descanso Estándar Local (LSR, por sus siglas en inglés).
Esta confirmación ha llevado a que los autores retomen la tarea de publicar su estudio original. Medios como la revista Vice ya han hecho eco de esta resolución. Los datos con que se cuenta ahora ofrecen un margen amplio para confirmar el origen del meteorito e incluso podría irse más allá. Amir Siraj, quien es astrofísico teórico y participó en el estudio original ha expresado su deseo de rastrear los escombros del meteorito.
El objeto chocó con la atmósfera terrestre y explotó sobre el Océano Pacífico. Es probable que algunos fragmentos hayan caído sobre el mar y para este momento se encuentren sumergidos en el fondo oceánico. El rastreo de estos fragmentos no es una tarea sencilla y los investigadores son conscientes de ello.
Siraj ya consulta con expertos las posibilidades de una expedición para buscar fragmentos del meteorito interestelar. “La posibilidad de conseguir la primera pieza de material interestelar es lo suficientemente emocionante para comprobar esto muy a fondo y hablar con todos los expertos mundiales en expediciones oceánicas para recuperar meteoritos”, comentó el investigador a la revista Vice.
En 2017 Oumuamua causó revuelo. Aún quedan muchas dudas sobre su origen y composición. Los más arriesgados y fantasiosos conservan fe en que sea un dispositivo creado por una civilización extraterrestre. Ahora sabemos que antes de este objeto con forma de cigarro otro fragmento creado fuera de nuestro sistema solar había chocado con nuestro planeta. La probabilidad de que hayan ocurrido este tipo de eventos en otras ocasiones es alta; sin embargo, por ahora sólo tenemos datos del meteorito de 2014.