Un reptil marino ingería a sus presas como lo hacen las ballenas barbadas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
9 agosto, 2023
Se le dio el nombre de Hupehsuchus. Vivió hace 250 millones de años y se alimentaba como lo hacen las ballenas barbadas actualmente.
El descubrimiento del fósil ocurrió en China. Investigadores de esa nación y del Reino Unido fueron los encargados de estudiar los restos.
Un cráneo que revela una alimentación prehistórica
El cráneo de Hupehsuchus muestra estructuras suaves. El reptil contaba con una región de garganta en expansión. Con ella era capaz de engullir grandes cantidades de agua que contenían presas similares a los camarones actuales.
Las ballenas barbadas actuales tienen un sistema similar. Ingieren grandes volúmenes de agua. Dentro de ella se encuentra el krill del que se alimentan. Las ballenas cuentan con tiras de queratina en lugar de dientes. Estas les permiten expulsar el agua y conservar su alimento.
El esqueleto de Hupehsuchus tiene las mismas ranuras y huecos a lo largo de los bordes en sus mandíbulas. Gracias a ellos se puede deducir que se alimentaban de una forma parecida. Esta adaptación es sorpresiva en un animal de tal antigüedad.
“Los hupehsuquios eran un grupo único en China, parientes cercanos de los ictiosaurios, y conocidos durante cincuenta años, pero su modo de vida no se entendía completamente”, relata en un comunicado Zichen Fang del Centro Wuhan para Estudio Geológico de China. Él aparece como primer firmante del estudio.
Los hupehsuquios vivieron en el triásico temprano, aproximadamente hace 248 millones de años. Así lo explica el profesor Michael Benton, quien es colaborador en la Escuela de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol. Agrega que fueron parte de un enorme proceso de repoblación oceánica en China.
“Este fue un tiempo de confusión, solo tres millones de años después de la enorme extinción masiva del fin del Pérmico que había aniquilado la mayor parte de la vida. Ha sido increíble descubrir lo rápido que estos grandes reptiles marinos llegaron a la escena y cambiaron completamente los ecosistemas marinos de la época”, describe Benton.
La descripción de este reptil se hizo a partir de un cráneo. En este momento los investigadores ya cuentan con dos cráneos nuevos de hupehsuquios, de acuerdo con el profesor Long Cheng del Centro Wuhan para Estudio Geológico de China, quien dirige el proyecto.
“Estos eran más completos que los hallazgos anteriores y mostraron que el hocico largo estaba compuesto de huesos no utilizados, como correas, con un largo espacio entre ellos corriendo a lo largo del hocico”, traza Long Cheng.
“Esta construcción solo se ve alternativamente en las ballenas barbadas modernas, donde la estructura suelta del hocico y la mandíbula inferior les permite soportar una enorme región de la garganta que se hincha enormemente mientras nadan hacia adelante, engullendo pequeñas presas”, complementa Long Cheng.
Li Tian quien es colaborador de la Universidad de Geociencias de Wuhan resalta un detalle más. “La otra pista vino en los dientes... o la ausencia de dientes”, señala. Recuerda que esta es una característica que separa a las ballenas barbadas de otros cetáceos como los delfines o las orcas.
“Las ballenas barbadas tienen surcos a lo largo de las mandíbulas para soportar cortinas de pacas, largas tiras delgadas de queratina, la proteína que hace el cabello, plumas y uñas. Hupehsuchus tenía las mismas ranuras y muescas a lo largo de los bordes de sus mandíbulas, y sugerimos que había evolucionado independientemente alguna forma de barbas”, concluye Li Tian.
Los resultados de la investigación se publicaron en la revista científica BMC Ecology and Evolution. Ahora sabemos que en un momento muy temprano de la evolución animal un reptil desarrolló un sistema similar al de los cetáceos actuales. Además, se tiene material fósil para seguir estudiando sus detalles.