Una colisión hace 4 mil millones de años dio forma al Urano que conocemos Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
7 abril, 2018
Por: Luis Moctezuma
Cada planeta de nuestro sistema solar tiene sus particularidades. Algunos son pequeños como el nuestro, o gigantes como los que se encuentran fuera del cinturón de asteroides. Hay un grupo de conformación rocosa y otros que tienen mayor cantidad de gas.
Las coincidencias son muchas, aunque hay algunos que acumulan más irregularidades que otros. Este es el caso de Urano, un planeta que rota de una forma completamente diferente a los otros y la causa sería una colisión hace miles de millones de años. El impacto habría sido contra un planeta joven del doble de tamaño que el nuestro, y habría ocurrido hace 4 mil millones de años.
¿Cómo es Urano?
Urano es uno de esos planetas a los que llamamos gigantes. A diferencia de Júpiter o Saturno está congelado, su superficie alcanza los -214°C. Al igual que los otros dos gigantes tiene anillos, 13 para ser exactos. Hasta aquí podría ser la descripción de cualquier otro gigante del sistema solar pero la forma en que se desplaza por el vecindario es bastante irregular.
En su movimiento, Urano parece ir en contra de las costumbres de los otros planetas. Su traslación, que dura 84 años terrestres, se da en sentido contrario. Además vive un fenómeno muy particular en cuanto a su rotación, la hace perpendicular a los otros planetas. Esto provoca que las estaciones en ese planeta sean totales, mientras un polo está en invierno el otro pasa por el verano, esto dura 21 años terrestres.
La sonda Voyaguer 2 lo fotografía por primera vez en 1986 y mostraba una superficie azul muy despejada. Las fotografías recientes del Hubble muestran que es capaz de tener nubes y tormentas. Aunque sería fácil pensar que su color azul es por su temperatura, la razón es el metano de su atmósfera. El frío podría explicarse, en parte, gracias a una investigación publicada recientemente en The Astrophysical Journal.
La colisión
En la investigación se describe el choque de Urano con un planeta joven hace 4 mil millones de años. El equipo fue dirigido por la Universidad de Durham, Reino Unido. El proceso para concluír el impacto incluyó simulaciones por computadora. Se ejecutaron 50 escenarios de impacto diferentes.
La colisión con Urano a partir de una simulación de alta resolución con más de diez millones de partículas - Jacob Kegerreis / Universidad de Durham
Los efectos de la colisión convirtieron a Urano en lo que conocemos hoy. La fuerza del choque inclinó el eje del planeta. Mucho del material que escapó de la superficie de Urano debió ayudar a la formación de sus anillos y algunos de sus 27 satélites naturales. Otra consecuencia habría sido la creación de una capa de escombros que atraparían el calor del centro del planeta, lo que explicaría la temperatura del planeta.
La hipótesis del impacto ya se había trabajado antes. Lo que hicieron los investigadores en esta ocasión fue desarrollar un modelo que mostrara las condiciones en que la colisión debió ocurrir. Además de chocar con un planeta del doble de nuestra Tierra (posiblemente un poco más), Urano cambió completamente hasta convertirse en el que vemos hoy.
El gigante azul no deja de ser un misterio. Desde su descubrimiento en 1781 por William Hershel ha mostrado comportamientos peculiares. Ahora tenemos una explicación basada en modelos computacionales sobre la forma en que se desplaza y su temperatura; sin embargo, aún queda mucho por saber de él. Apenas hace unas décadas lo imaginábamos de un azul impecable y ahora sabemos que también puede alojar tempestades. Quizá en unos años encontremos evidencia del impacto, o incluso una nueva teoría.