Una extraña lluvia y otras sorpresas reveló el “clavado suicida” de Cassini en la atmósfera de Saturno Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
10 mayo, 2018
Por: Luis Moctezuma
El 17 de septiembre de 2017 mientras ocurría su Grand Finale, Cassini seguía enviando datos sobre Saturno y su atmósfera. Todavía un año después desde la Tierra seguimos asimilando esta despedida de una de las misiones que más información nos ha dado sobre uno de nuestros vecinos en el sistema solar. Ahora sabemos, por ejemplo, que hay una intensa lluvia que incluye agua y otras sustancias.
Cassini sigue dando de qué hablar. Hace unos meses nos enterábamos de la nominación de su Grand Finale a los premios Emmy. Ahora la revista Science ha publicado una serie de artículos basados en los últimos datos que envió mientras caía para desintegrarse en la atmósfera saturnina. Asuntos como su electromagnetismo casi perfecto, sus auroras o la interacción con sus anillos son motivo de investigación y prometen material para muchos años más de nuevos descubrimientos.
Una inesperada lluvia sobre el gigante de gas
Algo que ya se tenía en mente desde antes es que Saturno interactúa con sus anillos. Lo que no se imaginaba antes de los datos enviados por Cassini al entrar en la atmósfera era la composición de esta lluvia. Muchos de los elementos incluídos en ella podían imaginarse, en otros casos han sido una sorpresa que ahora lleva a formular nuevas hipótesis.
El hielo es uno de los materiales que ya se reconocían como parte de los anillos de Saturno. Al caer a la atmósfera del gigante gaseoso va mezclado con otras sustancias. Entre ellas metano, amoniaco, nitrógeno, carbón, dióxido y monóxido de carbono. Hasta aquí todo lo anterior podría esperarse pero apareció también materia orgánica.
La cantidad de lluvia que cae sobre Saturno parecería enorme si se compara con nuestro planeta. Saturno es 10 veces más grande que la Tierra y su superficie es 63 veces mayor. Entre 4,800 y 45,000 kilogramos caen cada segundo sobre el ecuador de Saturno y sus alrededores. Estas precipitaciones caen sobre un rango de 8 grados en los alrededores del ecuador.
Para que esta lluvia ocurra se ha formado un sistema en que los anillos comparten materia. Las sustancias que se precipitan sobre la atmósfera de Saturno provienen del anillo D, el más interno de ellos. Además, este anillo a su vez recibe material del anillo C. Para las cantidades de materia que se desprenden de los anillos podría esperarse que desaparezcan algún día. Aun con sus 300 mil kilómetros de extensión y 10 metros de espesor, los anillos seguirán ahí para siempre a este ritmo.
Estudiar la materia de los anillos
La materia orgánica que se encontró en las precipitaciones saturninas es una interrogante que dará material de investigación a futuro. Una de las hipótesis que se se manejan por ahora es que la materia orgánica llegó desde asteroides. La posibilidad de que estos cuerpos alimenten los anillos de Saturno ya se consideraba. De ser así, ellos podrían ser el origen de las nanopartículas.
La llegada de materiales como hielo o cualquier otro de los que componen la lluvia que proveen los anillos a Saturno podría modificar su atmósfera. Esto será un proceso largo y ahora que sabemos qué ocurre se puede seguir desde la Tierra. Con los datos que dejó Cassini durante su viaje hasta el último momento habrá noticias nuevas sobre Saturno por mucho tiempo. Nuestro vecino de los anillos no sólo tiene a algunas lunas interesantes para la exploración espacial, además vive fenómenos sobre los que queda mucho por descubrir.