Una inmersión bajo el hielo antártico permite comprender mejor el derretimiento Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
3 agosto, 2024
Las plataformas de hielo de la Antártida guardan información valiosa que puede ayudar a la comunidad científica a comprender mejor el aumento en el nivel del mar. Esto llevó a un equipo internacional de investigadores a explorar el hielo antártico desde abajo.
Para esto se utilizó un vehículo sumergible no tripulado debajo de la plataforma de hielo de Dotson en la Antártida occidental. Los resultados se publicaron recientemente en la revista Science Advances.
Mil kilómetros de viaje submarino
El nombre del vehículo es “Ran”. Se le programó para viajar dentro de una cavidad dentro de la plataforma de hielo de 350 metros de grosor. Desde ahí se dedicó a escanear con un sonar avanzado.
En sus 27 días de misión, el vehículo recorrió 1,000 kilómetros de ida y vuelta debajo de la plataforma de hielo. Logró adentrarse 17 kilómetros dentro de la cavidad.
Las plataformas de hielo son masas de hielo glaciar que flotan sobre el mar encima de una cavidad de la misma plataforma. Se alimentan de hielo desde glaciares tributarios en tierra. La plataforma de hielo Dotson forma parte de la capa de hielo del Antártico Occidental.
Dotson es cercana al glaciar Thwaites. Se considera que este glaciar tendrá un gran impacto en el aumento del nivel del mar como consecuencia de su tamaño y su ubicación.
Entre los hallazgos, algunos eran predecibles. Por ejemplo, el glaciar se derrite más rápido en las zonas en que las corrientes subterráneas de agua son más fuertes y erosionan la base. Esta es la primera ocasión en que se hacen mediciones directas debajo del glaciar. Esto permitió comprobar el porqué se derrite tan rápido la parte oeste de la plataforma de hielo de Dotson.
La exploración también mostró que la base del glaciar no es lisa. Se encontraron patrones que despiertan algunas preguntas. En la base se encontraron paisajes como picos, valles, mesetas y formaciones similares a las dunas. Los investigadores formularon la hipótesis de que se crearon como consecuencia del flujo de agua bajo la influencia de la rotación terrestre.
“Anteriormente hemos utilizado datos de satélite y núcleos de hielo para observar cómo cambian las plataformas de hielo con el tiempo. Navegando el sumergible dentro de la cavidad, pudimos obtener mapas de alta resolución del lado inferior del hielo. Es un poco como ver la parte de atrás de la luna por primera vez”, menciona en un comunicado Anna Wåhlin del Departamento de Ciencias Marinas de la Universidad de Gothenburg en Suecia. Ella aparece como primera firmante de la investigación.
La exploración fue parte del proyecto TARSAN, que es una iniciativa conjunta entre Estados Unidos y el Reino Unido. Forma parte de la Colaboración Internacional para el Glaciar Thwaites. El proyecto estudia la influencia de los procesos atmosféricos y oceánicos en el comportamiento de las plataformas Dotson y Thwaites; ambas son vecinas y se comportan diferente.
“Nos preguntábamos qué podría estar causando esto. Todos los glaciólogos y oceanógrafos del proyecto TARSAN se reunieron para intercambiar ideas. Ha sido como un trabajo de detective —usando la física fundamental del océano para probar teorías contra la forma y el tamaño de los patrones bajo el hielo. Hemos podido mostrar por primera vez algunos de los procesos que derriten la parte inferior de las plataformas de hielo”, comenta la profesora Karen Heywood del Centro para el Océano y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de East Anglia en Reino Unido. Ella participó en la investigación.
Wåhlin explica que los modelos actuales no son capaces de explicar los patrones complejos que encontraron. Esto demuestra que mucho de lo que se creía entender sobre el derretimiento de los glaciares antárticos se queda corto. El mapeo con un vehículo submarino ofrece la oportunidad de buscar respuestas más adecuadas.
“Se necesitan mejores modelos para predecir la rapidez con que se derretirán las capas de hielo en el futuro. Es emocionante cuando los oceanógrafos y glaciólogos trabajan juntos, combinando la teleobservación con datos de campo oceanográficos. Esto es necesario para entender los cambios glaciológicos que tienen lugar —la fuerza motriz está en el océano”, apunta Wåhlin.