Webb observa posibles signos de vida en un gigante gaseoso Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
15 noviembre, 2023
WASP-107b es un planeta muy especial. Tiene un tamaño y consistencia poco comunes. Además, desde la Cámara de infrarrojo medio (MIRI) del Telescopio Espacial James Webb (JWST) se observan detalles que ayudan a comprender mejor la formación planetaria.
Este exoplaneta se ubica aproximadamente a 200 años luz. Fue descubierto en 2017 y desde entonces ha llamado la atención de la comunidad científica por su tamaño y densidad.
Un gigante fuera de lo común
WASP-107b tiene una masa similar a la de Neptuno. Por otro lado, su tamaño es más parecido al de Júpiter. Su estrella anfitriona es más fría y menos masiva que nuestro Sol.
La relación entre su tamaño y densidad hacen que se le describa como “esponjoso”. Esta característica le ha permitido a los astrónomos observar dentro de su atmósfera a una profundidad 50 veces mayor que en otros planetas similares a Júpiter.
Las observaciones hechas con el Webb permiten conocer su composición. En la atmósfera de este exoplaneta hay vapor de agua, dióxido de azufre y nubes de silicato.
Una sustancia ausente en esta atmósfera es el metano, un gas de efecto invernadero. Los investigadores consideran que la falta de este gas indica calor interior, lo que ayuda a comprender los flujos de calor dentro del exoplaneta.
El hallazgo de dióxido de azufre es una de las sorpresas en los datos que ofrece el Webb sobre WASP-107b. Los modelos previos predecían que estaría ausente. La consistencia esponjosa del planeta permitió que esta sustancia esté presente.
La estrella anfitriona de este exoplaneta emite menos protones de alta energía. Sin embargo, la naturaleza esponjosa del exoplaneta permite que penetren profundo en su atmósfera. Eso facilita que se produzcan reacciones químicas para producir dióxido de azufre.
El detalle de las nubes en un planeta esponjoso
En las nubes de gran altitud de WASP-107b se encontraron partículas de silicato, el componente principal de la arena. Este material oscurece el vapor de agua y el dióxido de azufre en la atmósfera.
La temperatura de este exoplaneta es de aproximadamente 500 grados Celsius. Esto permite que el silicato forme nubes, de la misma forma que el agua lo hace en la Tierra.
“Estas nubes de arena en lo alto de la atmósfera deben significar que las gotas de lluvia de arena se evaporan en capas más profundas y muy calientes y el vapor de silicato resultante se mueve eficientemente hacia arriba, donde se recondensan para formar nubes de silicato una vez más”, explica el Doctor Michiel Min, quien participó en el estudio publicado por la revista Nature.
Con WASP-107b la MIRI del James Webb ha mostrado su capacidad para analizar atmósferas de planetas más allá de nuestro sistema solar.
“JWST está revolucionando la caracterización de exoplanetas, proporcionando una visión sin precedentes a una velocidad notable”, comenta el profesor Leen Decin de KU Leuven, quien participó en el estudio.
La presencia de vapor de agua permite comprender algunos detalles importantes de WASP-107b. Por una parte, confirma que el líquido vital se encuentra en este exoplaneta. Por otro lado, ayuda a comprender las condiciones de temperatura y presión dentro de su atmósfera.
La presencia de algunas sustancias conocidas e indispensables para la vida ayuda a comprender mejor a un exoplaneta fuera de lo común. Los datos que revelaron estos detalles provienen del telescopio espacial más poderoso de la historia y su cámara que registra la luz en longitudes de onda media.