Wolbachia, una bacteria que combate enfermedades infecciosas en mosquitos Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
20 agosto, 2024
Un dicho popular dice que un clavo saca a otro clavo. Al tratar enfermedades transmitidas por mosquitos esta lógica está demostrando efectividad.
Enfermedades como dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla son transmitidas por mosquitos pero, ¿qué pasaría si antes fueron infectados por una bacteria que no les permite ingresar al organismo del mosquito? Ese es el punto de partida del Programa Mundial Mosquito.
Una batalla contra enfermedades tropicales
Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a la fiebre del dengue como la enfermedad más crítica en nuestro planeta que es transmitida por mosquitos. Además, es la que se propaga más rápido. Su incidencia mundial incrementó 30 veces en el último medio siglo.
Los mosquitos son portadores de enfermedades como dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla. Sin embargo, no son portadores naturales de estos virus. Los adquieren de seres humanos infectados. A partir de ese momento lo propagan.
En el caso de nuestra especie, únicamente los mosquitos hembra nos pican, por lo que son las que transmiten los virus. También hay especies más propensas a transmitir algunas enfermedades.
En el caso del dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla, la difusora más importante es la especie Aedes aegypti de origen africano. Esta especie se ha distribuido en regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo.
Distintos momentos de la historia han favorecido que esta especie de mosquito llegue a otras regiones del mundo. La trata de esclavos entre los siglos XV y XIX permitieron que circularan por diferentes regiones del mundo.
De la misma forma, el comercio entre África y Asia entre los siglos XVIII y XIX dio otra oportunidad para su difusión. La segunda guerra mundial fue otro evento en que hubo un desplazamiento importante de estos mosquitos.
Sabemos que Aedes aegypti es una especie que propaga enfermedades tropicales. Esto permite que se busquen atributos en esta especie que no coinciden con otras más inofensivas para el ser humano.
Wolbachia es una bacteria presente en casi la mitad de los insectos del mundo, Aedes aegypti no es una de ellas. Este es el punto de partida para una iniciativa mundial que está mostrando resultados positivos.
Wolbachia es una bacteria segura para los seres humanos y tampoco tiene efectos negativos en el medio ambiente. Cuando esta bacteria ingresa en el cuerpo de un insecto será heredada a las siguientes generaciones a través de los huevos de su huésped.
De forma natural Aedes aegypti no es portador de Wolbachia pero puede inducirse su presencia. Cuando está ahí evita que el mosquito sea infectado por nuevos huéspedes. Por ejemplo, los virus que provocan dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla.
Esa es la base del Programa Mundial Mosquito. Si se induce esta bacteria en poblaciones controladas de mosquitos. Después de criarlos se les libera en comunidades afectadas por las enfermedades tropicales que se transmiten por mosquitos.
Los mosquitos introducidos en las comunidades irán mezclándose con las poblaciones locales. Las siguientes generaciones crecerán con la bacteria Wolbachia que competirá con los virus y evitará que los adquieran. Eso reduce la probabilidad de que las personas que habitan en las regiones donde se liberan estos mosquitos de contraer enfermedades como dengue, zika, chikungunya o fiebre amarilla.
Por ahora se realizan las primeras intervenciones para liberar estos mosquitos criados con Wolbachia. 14 países participan actualmente en el programa.
Para este momento se reconocen distintos casos de éxito. Queensland, al norte de Australia, es una zona libre de dengue por primera vez en un siglo. En Yogyakarta, Indonesia, se redujo 77% la incidencia de dengue y los casos de hospitalización disminuyeron 86% en las zonas donde se introdujeron mosquitos con Wolbachia.
Apenas se ven los primeros resultados y son prometedores. Wolbachia es un ejemplo de que un problema de salud puede tener múltiples soluciones y la prevención está demostrando ser mucho más efectiva que la corrección.