Eclipse lunar: ¿por qué la luna se pinta de rojo? Copiar al portapapeles
POR: Deyanira Almazán
16 mayo, 2022
Los eclipses lunares totales son uno de los fenómenos astronómicos más bellos que existen. Si alguna vez has presenciado uno sabrás por qué lo decimos.
Durante un eclipse, vemos a la luna oscurecerse poco a poco a medida que la sombra de la Tierra va cubriendo su cara. Esto sucede únicamente cuando hay una alineación perfecta entre el Sol, la Tierra y la Luna, aproximadamente cada 2.5 años.
A diferencia de los eclipses solares, que pueden ser vistos solo por una franja del mundo, los eclipses de luna pueden ser vistos prácticamente por todos aquellos que viven en la mitad de la Tierra en la que es de noche mientras sucede el eclipse.
Una de las cosas que hace que los eclipses sean algo mágico, es la coloración que adopta la luna al oscurecerse por completo: un rojo dramático. Es por esto que se le conoce también luna de sangre o luna roja.
¿Por qué adopta este color?
Que la luna se vuelva roja durante un eclipse lunar se explica por el mismo fenómeno que hace que nuestro cielo sea azul y nuestras puestas de sol rojas. Se llama dispersión de Rayleigh.
La luz viaja en forma de ondas, y los diferentes colores de la luz tienen diferentes longitudes de onda. La luz azul tiene una longitud de onda más corta y se dispersa más fácilmente por las partículas de la atmósfera. En cambio, la luz roja tiene una longitud de onda más larga y viaja más directamente a través de la atmósfera.
Cuando el Sol está en lo alto, vemos la luz azul en todo el cielo. Pero cuando el Sol se esconde, la luz solar debe atravesar más atmósfera y viajar más lejos antes de llegar a nuestros ojos. La luz azul del Sol se dispersa, y la luz roja, naranja y amarilla -de mayor longitud de onda- atraviesa la atmósfera.
Durante un eclipse lunar, la Luna se vuelve roja porque la única luz solar que llega a ella atraviesa antes la atmósfera terrestre. Cuanto más polvo o nubes haya en la atmósfera terrestre durante el eclipse, más roja aparecerá la Luna. Es como si todos los amaneceres y atardeceres del mundo se proyectaran en la Luna.