Rastrean indicios de actividad volcánica en Venus Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
16 marzo, 2023
Venus es el planeta más parecido a la Tierra en nuestro sistema solar. Sin embargo, su historia ha sido muy distinta a la del nuestro y de encontrarse actividad volcánica reciente podría investigarse a mayor profundidad la forma en que llegó a ser como lo conocemos.
Un estudio publicado recientemente en la revista Science analizó datos de la sonda Magallanes de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). En ellos se encuentra lo que parece ser evidencia de actividad en el volcán Maat Mons a principios de la década de los 90 del siglo XX.
Un hallazgo adelantado
La comunidad científica busca desde el siglo pasado evidencia de actividad volcánica en Venus. La próxima década saldrán las misiones VERITAS de la NASA y EnVision de la Agencia Espacial Europea (ESA). Con ellas se espera confirmar que Venus aún tiene actividad volcánica.
La nave espacial Magallanes sobrevoló Venus entre 1991 y 1992. Capturó imágenes de la superficie desde un radar de apertura sintética. Hasta ahora no se había encontrado evidencia de actividad volcánica pero una nueva revisión permite reconocer lo que parece un respiradero volcánico de 2.2 kilómetros cuadrados.
En los datos recopilados por Magallanes se ve una fumarola que se expande. Según parece está repleta de roca fundida. “Mi apuesta es que se trata de una erupción de un lago de lava”, explica Robert Herrick, quien es científico planetario de la Universidad de Alaska Fairbanks y es uno de los autores del estudio.
Venus es un planeta con una atmósfera densa y un paisaje volcánico. Podría esperarse que ya se hubiera reconocido antes actividad volcánica reciente. Sin embargo, no había sido así.
La composición de Venus y la Tierra es similar. Sin embargo, el segundo planeta del sistema solar no tiene agua. Se cree que la actividad volcánica jugó un papel importante en su evaporación. Para confirmar una suposición de este tipo sería de gran ayuda estudiar actividad volcánica actual en Venus.
La nave Magallanes tenía el objetivo de realizar observaciones sobre la superficie de Venus. Para esto realizó varias órbitas. Con el paso repetido sobre los mismos puntos sería posible reconocer cambios en la superficie e interpretarlos para saber si se trataba de actividad volcánica.
Los resultados no fueron tan alentadores como se esperaba. Desde el principio de la misión la órbita de la nave comenzó a deteriorarse. Cada órbita que hizo registró menor superficie del planeta. El 43% de la superficie venusina fue cartografiada al menos dos veces.
Robert Herrick relata que la pandemia de 2020 y sus cambios en la dinámica de trabajo le dieron tiempo para revisar los datos de la nave Magallanes. Una parte importante fue alinear manualmente las imágenes de los volcanes en busca de indicios.
Maat Mons es el volcán más alto de Venus. Su revisión era un paso obligado. En las imágenes de Magallanes de entre febrero y octubre de 1991 apareció una variación en uno de sus flancos. Durante esos ocho meses lo que parece ser un respiradero creció de poco más de 2 a 3.9 kilómetros cuadrados. Ahí pudo existir una corriente fresca de material que fue expulsado ladera abajo.
Es posible que durante febrero no se haya registrado correctamente y se perdiera este detalle en la imagen. También puede tratarse de residuos de roca que provenían de un corrimiento de tierras. Sin embargo, la posibilidad de una erupción que llenara la chimenea, la expandiera y se derramara por el borde es la más probable.
Si un volcán en la Tierra cambia de forma como se observa en las imágenes que recopiló Magallanes la causa es la roca fundida. Podemos suponer que en 1991 pasó algo similar en Venus. Para la década de 2030 habrá nuevas misiones de exploración sobre la superficie venusina que ayudarán a reconocer si el segundo planeta del sistema solar mantiene actividad volcánica.