Fotografías tomadas en la guerra fría revelan fortificaciones romanas en el desierto sirio Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
26 octubre, 2023
Durante la guerra fría se recopiló todo tipo de información. Gran parte de ella se mantuvo clasificada y contiene datos de interés más allá del control militar.
Con datos desclasificados de los programas de satélite espía CORONA y HEXAGON fue posible rastrear 396 fortificaciones del antiguo imperio romano. La ubicación es el Creciente Fértil, en Asia Menor.
Una vista aérea del mundo antiguo
Desde la década de 1920 se habían reconocido fortificaciones militares en la frontera este del imperio romano. El autor fue el misionero jesuita y explorador Antoine Poidebard. Para su estudio se basó en fotografías aéreas. Él propuso que se trataba de una línea de defensa contra invasores del este.
En su momento Poidebard fue un pionero de la investigación arqueológica aérea. Para hacer su recuento de las fortificaciones usó un biplano de la primera guerra mundial y una cámara fotográfica. Sus resultados se publicaron con el título de “La Trace de Rome dans le desert de Syrie” y se publicó en 1934.
La propuesta de Poidebard sugiere que estas estructuras jugaron un papel importante para el desplazamiento de personas y bienes a través de la estepa siria. Los datos que aportan las imágenes desclasificadas agregan una visión más amplia para comprender lo que hacían ahí.
El espacio que se muestra en las imágenes desclasificadas abarca territorios que actualmente pertenecen a Siria, Irak y los alrededores del Mar Mediterráneo en el Creciente Fértil. Aunque se conocía la existencia de las fortificaciones, ahora es posible conocer mejor su distribución.
Los satélites se usaron para tareas de reconocimiento entre las décadas de 1960 y 1970. Gran parte del terreno que se observa ahí es de difícil acceso para los investigadores arqueológicos.
Para 1934 se habían registrado 116 fortificaciones en esta región. El estudio de las fronteras romanas hacia el este ha tomado casi un siglo y los nuevos datos aportan perspectivas novedosas.
“Estos fuertes son similares en forma a muchos fuertes romanos de otras partes de Europa y el norte de África. Hay muchos más fuertes en nuestro estudio que en otros lugares, pero esto puede ser porque están mejor conservados y son más fáciles de reconocer”, describió al medio Space.com Jesse Casana, quien es profesor de antropología en el Colegio Dartmouth de New Hampshire.
“Sin embargo, también podría haber sido un producto real de la construcción intensiva de la fortaleza, especialmente durante los siglos segundo y tercero AD”, agrega el especialista.
Existía la sospecha de algunos investigadores de que el uso de las fortificaciones no era el que había propuesto Poidebard originalmente. Las fortificaciones estaban muy lejos entre sí. Difícilmente podrían formar una línea defensiva contra invasores.
Por otro lado, pudieron usarse como puntos de resguardo. Ahí podrían protegerse las caravanas que transportaban bienes por todo el territorio romano. También facilitarían la comunicación y el intercambio cultural.
Durante la guerra fría se desarrolló todo tipo de tecnología. Tanto Estados Unidos como la entonces Unión Soviética buscaban resaltar los beneficios de sus modelos económicos. Tanto la tecnología militar como la espacial se desarrollaron ampliamente.
El programa de la Agencia Central de Inteligencia Corona capturaba imágenes de territorios enemigos entre 1959 y 1972. Entre ellos estaban China y la Unión Soviética. Posteriormente el programa Hexagon abarcó zonas militares soviéticas entre 1971 y 1986. También se le conoció con los nombres de Big Bird, KH-9 y KeyHole-9. De ellos provienen las imágenes.
“Debido a que estas imágenes preservan una perspectiva estéreo de alta resolución sobre un paisaje que ha sido severamente impactado por los cambios de uso de la tierra modernos, incluyendo la expansión urbana, la intensificación agrícola y la construcción de embalses, constituyen un recurso único para la investigación arqueológica”, resaltan los autores del estudio.
Las imágenes que ahora están desclasificadas quedan como testimonio de un paisaje que ya no existe. Gracias a ellas es posible conocer con mayor detalle lo que alguna vez fueron las fronteras de uno de los mayores imperios de la historia.
Fuentes
A wall or a road? A remote sensing-based investigation of fortifications on Rome's eastern frontier
Declassified spy satellite images reveal 400 Roman Empire forts in the Middle East