Nueva erupción en Islandia pone en riesgo al pueblo de Grindavík Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
20 diciembre, 2023
El 18 de diciembre a las 10 p.m. hora local, que equivalen a las 4 p.m. del centro de México, se abrió una fisura de casi 4 kilómetros de largo en Grindavík, Islandia. La abertura se ubica al noreste del pueblo y liberó lava.
Previamente habían ocurrido tres erupciones ligeras en una región de valles en la Península Reykjanes. Esta última pone en riesgo a la planta de energía, el complejo de spa de Laguna Azul y en general al pueblo de Grindavík.
Una erupción difícil de predecir
La erupción comenzó a decaer en intensidad la tarde del 19 de diciembre. Todavía fluye roca derretida hacia Grindavík. Sin embargo, no es fácil predecir lo que ocurrirá y el riesgo para el pueblo se mantiene.
“La fisura se ha abierto cerca de la posición del peor escenario”, de acuerdo con Tom Winder. Él es sismólogo en la Universidad de Islandia.
Para Samuel Mitchell, quien es vulcanólogo de la Universidad de Bristol en Inglaterra, se trata de una “crisis activa”.
Es posible que la erupción continúe por días, semanas o meses. Mientras eso ocurre seguirá fluyendo lava hacia el pueblo.
En Islandia existe una gran variedad de volcanes. Cada sección de la isla tiene estilos diferentes de vulcanismo.
La península donde ocurre la erupción tiene predisposición por las fisuras y grietas desde donde brota lava. Aún así, cuenta con una buena proporción de montañas y colinas volcánicas.
Entre los años 1210 y 1240 ocurrían fisuras esporádicas a través de la península. Este periodo se recuerda como Reykjanes Fires. Posteriormente, ocurrió un periodo de calma por 8 siglos.
En 2020 comenzó un periodo de actividad sísmica que duró 15 meses. Finalmente una fisura se abrió en marzo de 2021 en la montaña volcánica Fagradalsfjall. La erupción duró 6 meses y ocurrió en una zona despoblada.
Después de eso han ocurrido un par de erupciones breves. Una ocurrió en agosto de 2022, la última en el verano de 2023. Esto lleva a los científicos a concluir que Islandia vive un nuevo periodo eruptivo que durará algunas décadas.
Una de las posibilidades es que la siguiente erupción ocurriera nuevamente en una zona despoblada. Sin embargo, no fue así. En octubre comenzó a registrarse un pico de actividad sísmica, así como deformaciones en el suelo, en el sistema volcánico Svartsengi.
La actividad sísmica era cercana a la montaña Þorbjörn. Se ubica al suroeste de las erupciones anteriores. Cerca de esa montaña se ubica el spa Laguna Azul, una planta de energía y un pueblo con 3,500 habitantes.
En ocasiones anteriores se ha acumulado magma bajo la superficie en esta región. En ninguna de las ocasiones anteriores se llegó a una erupción. Como consecuencia el suelo se ha inflado varias veces en los últimos años.
El 10 de noviembre de 2023 la situación cambió. La actividad sísmica incrementó hasta quebrar el suelo. El magma ascendió y se quedó a 800 metros de Grindavík. Esto provocó la evacuación de la ciudad.
“Las cosas se mantuvieron inestables durante al menos 10 días después del crescendo inicial”, recuerda Tom Winder.
Los escenarios que se plantearon incluyeron que la lava entraría en Grindavík. Podría hacerlo únicamente desde alta mar o también podría hacerlo alrededor de una línea antigua de cráteres al noreste de la ciudad. Finalmente, ocurrió el segundo de los escenarios.
La erupción se puede seguir en línea en tiempo real. Desde el canal de Youtube del Servicio Nacional de Transmisión Islandés (RÚV) se mantiene la señal en vivo desde el lugar del evento.