Conoce el plan de defensa planetaria de la NASA Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
4 marzo, 2024
Hasta hace unos años no existía un programa de defensa planetaria. Aunque el nombre pueda sugerir muchas referencias de ciencia ficción, de lo que se trata es de preparar un plan ante situaciones más o menos comunes.
Hace 66 millones de años la vida en nuestro planeta cambió drásticamente por la caída de un meteorito. Si un objeto similar se acerca en este momento sería posible detectarlo y actuar para evitar una catástrofe.
NEOs, ¿una amenaza real?
NEO son las siglas de Near-Earth Object, que en español sería Objeto Cercano a la Tierra. En este grupo se clasifica a cometas y asteroides que durante su órbita alrededor del Sol se acercan a una distancia de 30 millones de millas (48.28 millones de kilómetros) o menos respecto a la órbita de la Tierra.
El estudio de los NEOs puede ayudar a comprender mejor la historia del sistema solar. Por eso son del interés de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA).
En 2016 la misma agencia estableció la Oficina para la Coordinación de la Defensa Planetaria (PDCO). Su objetivo es administrar los esfuerzos de la agencia por “aplicar la ciencia planetaria” para la defensa planetaria.
El primer paso para enfrentar posibles riesgos es conocerlos. La PDCO rastrea objetos que podrían representar un peligro para el planeta desde observatorios astronómicos en todo el mundo. Además, cuenta con su propio observatorio.
El Proyecto NEOWISE retoma al telescopio Explorador para el Estudio de campo-Amplio en Infrarrojo (WISE). Este telescopio espacial fue diseñado originalmente para estudiar todo el cielo. Sin embargo, ahora se enfoca en la búsqueda de NEOs.
Gracias a su capacidad de observar en el infrarrojo, es capaz de encontrar objetos pequeños que viajan en los alrededores del sistema solar. El trabajo conjunto de NEOWISE y los observatorios terrestres ayuda a descubrir nuevos NEOs a ritmo acelerado.
¿Qué hacer si se encuentra un NEO peligroso?
Si la PDCO encuentra un NEO con 1% de probabilidad de chocar con la tierra en los próximos 50 años, debe avisar a la NASA. A su vez, la agencia debe notificar a la Oficina Ejecutiva del Presidente y el Congreso estadounidenses.
También debe comunicarse con otros gobiernos y agencias. Además, hará pública la noticia ante medios de comunicación y desde sus propios canales.
La Oficina de Políticas en Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca cuenta con una Estrategia y Plan de Acción de Preparación Nacional para Defensa Planetaria ante Objetos Cercanos a la Tierra. Este debe actualizarse ante la amenaza de un NEO.
Al mismo tiempo, las instituciones estadounidenses se coordinan con sus pares en otros países. A nivel internacional existen instituciones que se encargan de estos temas como la Red de Alerta Internacional de Asteroides, el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales. Ambos cuentan con la aprobación del Comité de las Naciones Unidas en los Usos Pacíficos del Espacio Exterior.
¿Es momento de entrar en pánico?
Es común que asteroides pequeños ingresen en la atmósfera de la Tierra. Posteriormente se desintegran y es posible que caigan algunos pequeños fragmentos en la superficie. Aunque existen muchos objetos que pueden impactar en la Tierra, y lo hacen, no representa un peligro.
Un impacto se vuelve peligroso cuando el objeto es lo suficientemente grande como para provocar un daño significativo. Eso ocurre en escalas muy grandes de tiempo.
Por ahora no se tiene identificado a ningún objeto mayor de 140 metros que pueda impactar la Tierra en los próximos 100 años. Si aparece alguno habrá tiempo para reaccionar y evitar que tenga efectos negativos en la vida como la conocemos.
Previendo que algún día podría acercarse un objeto realmente peligroso, se tienen estrategias de defensa. En 2022 se realizó con éxito la misión DART que cambió la trayectoria de un asteroide. Los datos que se han obtenido hasta ahora permiten desarrollar futuras estrategias de defensa ante amenazas reales que podrían aparecer en el futuro.