La población de ballenas jorobadas en el Antártico se recupera rápidamente Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
5 abril, 2018
En los últimos años se ha notado un aumento en las ballenas jorobadas que visitan el Antártico. Un estudio publicado el 2 de mayo en la revista Royal Science Open Society busca explicar el porqué de este crecimiento demográfico en la Península Oeste Antártica. No hay un registro oficial pero se toma como referencia la segunda mitad del siglo XX, momento en que se comenzó a tomar medidas internacionales para proteger a los cetáceos de la cacería desmedida.
¿Cómo se redujo la población de ballenas jorobadas?
Al igual que otros cetáceos, las ballenas jorobadas fueron una presa importante a principios del siglo XX. Incluso registros no oficiales como el relato literario que Herman Melville hizo a mediados del siglo XIX (Moby Dick), retratan la fascinación que despiertan estos seres en los cazadores humanos. La grasa y carne de ballena fueron productos muy apreciados por distintas culturas.
En 1959 se firmó el Tratado de Protección de la Península Antártica. Este fue un primer paso para reducir la caza de estos mamíferos acuáticos. Para la década de 1980 la Comisión Ballenera Internacional impuso una moratoria a la caza comercial de cetáceos. Este fue otro logro en la protección de los las ballenas jorobadas del hemisferio sur, entre otras especies. Se estima que las ballenas jorobadas que sobreviven hasta nuestros días nacieron, en su mayoría, después de esta época.
¿Qué ayudó a que la población de ballenas jorobadas creciera rápidamente?
El estudio citado hace referencia a varios factores que influyeron para que el crecimiento poblacional fuera notorio en esta especie. Tantos sus cualidades como especie, el cambio climático y la protección ante la caza hicieron su parte para que esto ocurriera. Actualmente se reconoce (en la investigación citada), un grupo de 239 machos y 289 hembras. No se tienen registros poblacionales previos a la mitad del siglo XX pero se estima que se había reducido al 10%.
Los cambios de temperatura a nivel global han jugado en favor de las ballenas jorobadas. Actualmente se registran 80 días menos de hielo en la Antártica, esto facilita que los cetáceos tengan más tiempo para alimentarse gracias que el kril (su alimento) se mantiene en la superficie por más tiempo). Con más alimento almacen grasa que les dará energía y les permitirá resistir un embarazo en mejores condiciones.
Las ballenas jorobadas cuentan con varios puntos a su favor para aumentar su población. Su periodo de gestación es rápido en comparación con otros cetáceos. Su maduración también es rápida respecto a otras especies. Gracias a esto se ideó un método para medir su proporción de fertilidad. Definir si una ballena será madre o no es una tarea difícil y que se presta a especulación, ahí radica el gran aporte de esta investigación.
¿Cómo se obtuvieron los datos?
La tecnología actual permite definir la fertilidad de un espécimen sin ponerlo en riesgo. La medición en los niveles de progesterona en las hembras fue una pieza clave para comprender las condiciones actuales de las ballenas jorobadas. Estas mediciones requirieron técnicas novedosas.
Gracias a las mediciones químicas se logró recabar información sobre los niveles de fertilidad en las ballenas jorobadas de la Península Oeste Antártica. En los últimos años se han desarrollados técnicas como evaluación de concentración de progesterona en la leche materna, esteroides sexuales excretados en la orina, esteroides salivales, plasma sanguíneo u ocular, saliva y secreciones vaginales. Todos ellos se han aplicado en diferentes mamíferos acuáticos y funcionan sin necesidad de capturar o manipular directamente al animal.
El rango de embarazo en los 5 años documentados subió de 36 a 86% de las hembras. Las mediciones se realizaron entre 2010 y 2014. El análisis científico toma tiempo y ahora tenemos una medición aproximada de lo que pasa con las ballenas jorobadas. En el mejor de los escenarios la próxima medición dirá que ya han nacido muchas más ballenas y su población se ha recuperado de las décadas de cacería exhaustiva, habrá que ver el impacto en su ecosistema.