La inevitable colisión entre la Vía Láctea y Andrómeda ha comenzado Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
11 septiembre, 2020
Aunque solemos decir que el futuro está en construcción, en la astronomía esto resulta no ser del todo cierto, pues podemos predecir eventos que sucederán millones de años adelante, como la muerte de una estrella, la extinción de un sistema planetario, o, como en el caso que nos compete en esta nota, la colisión de dos galaxias vecinas.
La colisión de dos galaxias
Así es, el futuro de nuestra galaxia está escrito, pues de acuerdo con las estimaciones de algunos científicos, la Vía Láctea y Andrómeda se están acercando a unos 400 mil km/h. Aunque esto es imperceptible en términos humanos, llevará inevitablemente a una colisión que terminará formando una elíptica y gigante galaxia.
Nuevos datos recopilados por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA y publicados recientemente en la revista Astrophysical Journal, han demostrado que esta colisión ya está sucediendo, pues se ha estudiado el “halo” que rodea a Andrómeda y al parecer es mucho más amplio de lo que se pensaba, al grado de que en algunos puntos ya comenzó a colisionar con la nube de gases de la Vía Láctea.
En algunos puntos, estas dos galaxias ya se encuentran fusionándose en distancias de hasta 2 millones de años luz.
¿Cómo estudiar el halo de una galaxia?
El halo de Andrómeda consiste principalmente en gas ionizado y enrarecido, lo que lo hace muy difícil de detectar por si solo. Para estudiar y mapear el halo los científicos identificaron 43 quásares (enormes núcleos de agujeros negros que emiten enormes cantidades de luz y energía), que se encuentran dispersos detrás de Andrómeda. Al rastrear la luz de estos quásares a medida que atravesaban el halo de Andrómeda, el equipo pudo identificar cómo la luz era absorbida por sus gases. Esto ayudó a los científicos a entender la composición, estructura y el tamaño del halo gaseoso.
Por su parte, el halo de luz de la Vía Láctea es un poco más difícil de estudiar, ya que nos encontramos en uno de los brazos de esta galaxia, lo que nos impide tener una buena perspectiva. A pesar de ello, los científicos creen que la Vía Láctea se comporta de manera similar a Andrómeda, por lo que los nuevos hallazgos explicarían también muchos elementos de nuestra galaxia, comenzando por su propio halo y la evolución y el destino que le espera.
Los miles de millones de años contados
Aunque sabemos aproximadamente cuándo ocurrirá este choque de dimensiones colosales, es muy poco probable que estemos aquí para presenciarlo, pues esto se dará en alrededor de 4 mil millones de años. La acción gravitacional terminará fusionando ambas galaxias en una galaxia elíptica gigante, que terminará cambiando por completo el “Grupo Local”, el sector cósmico del que forma parte nuestro sistema solar.