TESS confirma la existencia de un exoplaneta con 3 soles Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
15 enero, 2021
Cuando recién comenzaba la misión Kepler, en 2009, apareció un exoplaneta que pasó desapercibido. KOI-5Ab se ubica a 1,800 años luz, en la constelación de Cygnus (también conocida como la cruz del norte). Mide aproximadamente la mitad del tamaño de Saturno y fue el segundo descubrimiento de Kepler en su momento pero se le dejó a un lado conforme aparecieron más candidatos a exoplaneta para la misión. Gracias al Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS, por sus siglas en inglés) y otros telescopios terrestres fue posible recopilar más información para confirmar la existencia de este peculiar planeta.
Tres soles para un planeta
“KOI-5Ab fue abandonado porque era complicado, y teníamos cientos de candidatos”, explica David Ciardi, quien es científico en jefe del Instituto de Ciencia de Exoplanetas de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). “Había opciones más fáciles que KOI-5Ab, y estábamos aprendiendo algo nuevo de Kepler cada día, por eso KOI-5 fue casi olvidado”, agrega.
Para 2018 en que concluyeron las funciones de Kepler sus descubrimientos se contaban por miles. Había descubierto 2,394 exoplanetas (aquellos que orbitan estrellas más allá de nuestro sistema solar) y 2,366 candidatos sobre los que hacía falta información para confirmar su existencia. De entre todos ellos uno que había pasado desapercibido fue retomado por Ciardi y sus colaboradores, en palabras del científico “regresó a KOI-5Ab de entre los muertos”.
Los resultados se presentaron en una reunión virtual de la Sociedad Astronómica Americana. El planeta es similar a Saturno o Júpiter de acuerdo a su tamaño. Orbita a una estrella que tiene un par de compañeras. Las tres estrellas que componen este sistema no se mantienen alineadas en un mismo eje, lo que hace pensar que no formaron parte de la misma nube de gas y polvo.
“No sabemos mucho sobre planetas que existan en sistemas de tres estrellas, y este es extra especial porque su órbita está desviada”, afirma Ciardi. “Todavía tenemos muchas preguntas sobre cómo y cuándo se pueden formar planetas en sistemas de múltiples estrellas y cómo se comparan sus propiedades con los planetas de sistemas de una sola estrella. Estudiando este sistema con gran detalle, quizá comprendamos mejor el cómo el universo crea planetas”, agrega.
La búsqueda de Ciardi y su equipo comenzó desde telescopios terrestres. El Observatorio W. M. Keck en Hawaii, el Observatorio Palomar del Caltech en San Diego y el Gemini Norte en Hawaii fueron los encargados de observar a KOI-5Ab en un inicio. Desde ellos se observó que se trataba de un planeta en un sistema de tres estrellas. Aún así, se mantenía la sospecha de si habría algún error en las observaciones. Aún no quedaba claro si el planeta realmente existía.
Como sucesor de Kepler, TESS observó nuevamente al exoplaneta. Inicialmente le dio otro nombre: TOI-1241b. Los datos coincidían y Ciardi recordó al planeta sobre el que no se tenía claro si existía o no. “Me dije a mí mismo «recuerdo este objetivo»”, recuerda Ciardi. “Pero seguíamos sin poder determinar definitivamente si el planeta era real o una mancha entre los datos que vino desde otra estrella del sistema –incluso podía ser una cuarta estrella”, comenta.
La confirmación vino desde el Observatorio Keck en Hawaii. El grupo de Investigación de Planetas en California estudió los datos de este observatorio sobre el sistema KOI-5. Tras analizar las oscilaciones y los tirones gravitacionales, concluyeron que sí se trataba de un planeta con órbita alrededor de la estrella primaria.
El sistema estelar al que pertenece KOI-5Ab se compone de 3 estrellas. El exoplaneta realiza su órbita alrededor de la estrella principal ‘A’, la cual se encuentra cerca de la estrella ‘B’. Estas dos primeras estrellas realizan una órbita entre ellas que dura 30 años. La tercera estrella, ‘C’, realiza una órbita alrededor de las otras dos cada 400 años. El planeta no coincide con el plano orbital de ‘B’, lo que indica que originalmente no eran parte del mismo sistema. Ahora que su existencia está confirmada queda mucho por descubrir sobre este peculiar sistema estelar.
Fuente: NASA