Juno capta la colisión de un meteoro contra Júpiter Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
20 febrero, 2021
La sonda espacial Juno realiza órbitas alrededor de Júpiter desde 2016. En abril de 2020 captó un destello en la atmósfera joviana a través de su espectrógrafo ultravioleta (UVS). Un estudio recientemente publicado en Geophysical Research Letters propone que se trató de un meteoro de entre 250 y 5 mil kilogramos. No es un hecho extraño, pero captar el momento en que ocurre sí es algo extraordinario y Juno estuvo ahí para registrarlo.
Una colisión para recordar
Hasta ahora Juno ha realizado 27 órbitas alrededor de Júpiter. De acuerdo a las observaciones de Juno se estima que los choques con objetos de masas entre 250 y 5 mil kilogramos ocurre unas 24 mil veces al año. Entonces, ¿qué tiene de especial? Captarlo no es una tarea fácil, se requiere estar en el momento correcto en la posición correcta y el 10 de abril del año pasado Juno lo estuvo.
El UVS está diseñado para estudiar las auroras de Júpiter. Pero ese día reconoció algo distinto: durante 17 milisegundos percibió un destello en la atmósfera superior del gigante gaseoso, a una altitud de 225 kilómetros. Este destello marcó el momento en que un meteoro chocó con el planeta y explotó al entrar a su atmósfera. La energía que liberó alcanzó los 9 mil grados Celsius y este dato fue usado por los investigadores para calcular su masa.
“Sugerimos que se trató de un bólido producido por un meteoroide de entre 250 y 5,000 kilogramos entrando a la atmósfera de Júpiter”, se explica en el artículo titulado “Detección de un bólido en la atmósfera de Júpiter con el UVS de Juno”. Esto corresponde a un objeto con un ancho de 4 metros.
Los choques de objetos astronómicos con Júpiter ya se han observado antes. Este planeta es el segundo objeto más grande del sistema solar, después del Sol, así que es natural que su gravedad atraiga a otros objetos. El mayor del que se tiene registro fue el cometa Shoemaker-Levy 9 en 1994. Tan sólo en la última década se han observado 6 desde la Tierra.
La gran diferencia en esta ocasión es que Juno la presenció en primera fila. Otras misiones espaciales han observado antes el fenómeno, es el caso de las sondas Voyager 1 y Galileo. Sin embargo, el nivel de detalle obtenido por Juno supera a los anteriores. Con los datos obtenidos por el UVS fue posible calcular su masa, altitud y temperatura.
La observación de Juno en abril de 2020 fue apenas una “pequeña fotografía en el tiempo”, de acuerdo con Rohini Giles del Instituto de Investigación del Suroeste en Texas, quien aparece como primer firmante en el artículo. Se tienen datos de 17 milisegundos pero no se sabe que pasó antes o después. “No sabemos por qué no se vio en un giro anterior o un giro posterior, debió ser de muy corta duración”, explica Giles.
“El impacto de asteroides y cometas puede tener un impacto significativo en la química estratosférica del planeta”, menciona Giles. Un ejemplo de esto es el cometa Shoemaker-Levy 9, que incluso 15 años después del impacto produjo el 95% del agua en su estratósfera. “Por lo tanto, delimitar el rango de impacto es un elemento importante para comprender la composición del planeta”, menciona Giles.
Un destello de unos cuantos milisegundos abre una serie de preguntas sobre los impactos que ha recibido el planeta de mayor tamaño en nuestro sistema solar. Las auroras que exploraba el UVS ya son fascinantes, pero tuvo la fortuna de cruzarse con un evento muy distinto sobre el que también conocemos muy poco. Este nuevo estudio nos da la oportunidad de conocer un poco más de ese gigante que se encuentra al otro lado del cinturón de asteroides.