Juno observa el nacimiento de una aurora sobre Júpiter Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
16 marzo, 2021
Juno no es la primera sonda espacial que estudia a Júpiter; sin embargo, su trayectoria le ha permitido observar fenómenos que no percibieron las anteriores visitantes. Las auroras ocurren en ambos polos de Júpiter, son visibles desde los observatorios terrestres e incluso desde el telescopio espacial Hubble. Antes de Juno las Auroras se habían visto únicamente en el lado iluminado de Júpiter (durante su día). Este 16 de marzo se publicó un artículo en la revista científica AGU Advances en que se describe a este fenómeno del lado que no está iluminado de Júpiter (durante la noche).
El nacimiento de una aurora joviana
Los datos se obtuvieron del instrumento Espectrógrafo Ultravioleta de misión Juno de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). Es la primera vez que se registra el nacimiento de una aurora en Júpiter. La primera observación de una se hizo en 1994 desde el telescopio espacial Hubble, a través de su Cámara de Objetos Tenues. Desde entonces no se sabía lo que ocurre en el lado nocturno del gigante gaseoso con las auroras que ocurren en los polos jovianos y se conocen como tormentas del amanecer.
“Las observaciones de auroras en Júpiter desde la Tierra no te permite ver más allá de un límite, dentro del lado nocturno de los polos jovianos. Las exploraciones de otras naves espaciales –Voyager, Galileo, Cassini– ocurrieron a distancias relativamente largas y no volaron sobre los polos, así que no lograron ver la imagen completa”, explica Bertrand Bonfond, quien es investigador en la Universidad de Liège en Bélgica y aparece como primer firmante del artículo. “Por eso es que los datos de Juno representan un verdadero cambio en el juego, nos permite comprender mejor qué es lo que pasa en el lado nocturno, donde las tormentas del amanecer nacen”, agrega.
Los investigadores encontraron que las tormentas del amanecer se forman por la noche. Posteriormente, cuando llega el día, ganan luminosidad y van de los cientos a los miles de gigawatts de luz ultravioleta. Esta energía se libera hacia el espacio. Las tormentas del amanecer liberan, al menos, 10 veces más energía en la atmósfera joviana que una aurora típica.
“Cuando vimos la secuencia completa de la tormenta del amanecer, no pudimos evitar notar que son muy similares a un tipo de aurora terrestre llamada subtormenta”, describe Zhonghua Yao, de la Universidad de Liège, quien es coautor del artículo. Los procesos son similares en un punto: se trata de una alteración en la magnetosfera, que es controlada por el campo magnético del planeta. La forma en que ocurre es muy diferente en ambos planetas. En la Tierra la magnetosfera es controlada por la interacción con el viento solar, de ahí se libera energía hacia la ionosfera. En la magnetosfera joviana las partículas que actúan provienen de Io, una luna volcánica del gigante gaseoso; el campo magnético del planeta las atrapa y ioniza.
Con esta observación de Juno y el análisis del equipo de investigadores será posible comprender mejor las formaciones de auroras. Este fenómeno ha intrigado a nuestra especie por mucho tiempo y no sólo ocurre en nuestro planeta sino en otros puntos del universo, como nuestro vecino gigante.
Juno ya se encuentra en una misión extendida. Su tiempo de vida programado ya pasó pero sigue enviando datos que nos ayudan a comprender mejor a Júpiter y su entorno. La captura de una aurora en formación es algo que no era parte del plan original y ahora la tenemos. Juno seguirá viajando alrededor del gigante gaseoso para revelarnos nuevos secretos y ayudar a redescubrirlo. Pero, ¿por cuánto tiempo?