Científicos israelíes proponen una nariz electrónica para detectar Covid-19 Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
7 junio, 2021
Uno de los mayores retos ante la pandemia actual por Covid-19 es el tiempo que transcurre desde el contagio hasta la aparición de los síntomas. Medidas como la toma de temperatura en espacios públicos permite detectar a quienes ya muestran síntomas y contrajeron el virus SARS CoV-2 un par de semanas antes, pero este método de detección ignora a los portadores asintomáticos. Un grupo de investigadores de origen israelí propone un dispositivo electrónico que a través del olor detectará a quienes han sido contagiados por el virus, independientemente de si muestran síntomas o no. Su nombre es eNose y ya se encuentra en periodo de pruebas.
Las enfermedades y su olor
Decía el escritor David Leavitt que “la infancia huele a perfumes y brownies”. El olor es un indicador de gran importancia en la vida de los seres humanos. No sólo nos trae recuerdos, además entrega información sobre nuestro estado de salud. Ya hace algunos meses comenzó el entrenamiento de perros para detectar Covid-19 en espacios públicos.
Si bien, un escuadrón de perros alrededor del mundo rastreando a los infectados de Covid-19 parecería una opción lógica para controlar la propagación del virus, es poco viable. El tiempo de entrenamiento y la distribución de los animales presenta un reto logístico tanto o más complicado que otras acciones que ya se hacen como la distribución de vacunas. En cambio, un dispositivo electrónico, de rápida distribución y que puede fabricarse a gran escala, puede facilitar la tarea.
Partiendo de esta idea un grupo de investigadores se dio a la tarea de desarrollar un sensor olfativo para detectar al virus SARS CoV-2 y sus portadores. El objetivo de esta nariz electrónica es identificar compuestos orgánicos volátiles (VOCs) que emite el cuerpo infectado. De esta forma es posible detectar en tiempo real a los portadores del virus.
Para probar su dispositivo, los investigadores eligieron una prueba en condiciones no controladas. Las sustancias químicas que activan los sensores olfativas podrían confundirse fuera de condiciones ideales, exactamente como ocurrirá en una detección real. Si las pruebas se hicieran en un laboratorio los participantes estarían dentro de un ambiente controlado, con una preparación previa. En cambio, en un espacio público real habrá distractores como perfumes, mal aliento, olores típicos del espacio donde se realiza la prueba, entre otros.
El experimento para poner a prueba las narices electrónicas que hicieron Kobi Snitz, del Instituto de Ciencia Weizmann, y sus colaboradores se realizó con los sujetos de prueba dentro de sus autos. Se colocó el dispositivo en el pasaje nasal interno. Participaron 503 personas.
Aún con el ruido olfativo que apareció aleatoriamente, los resultados estadísticos son alentadores. El dispositivo detectó 66.7% de positivos reales y 75.8% de asintomáticos positivos. Entre sus mayores debilidades apareció un gran número de positivos falsos, un rango de 57%. Los investigadores sugieren que los errores en la detección se deben a problemas técnicos al realizar la prueba, antes que errores conceptuales.
“Especulamos que en eNose optimizado sería capaz de proveer diagnósticos efectivos en tiempo real en espacios como aeropuertos, áreas de trabajo y eventos culturales, y esto contribuye potencialmente a la recuperación social y económica ante Covid-19”, explican los investigadores.
El olor es un indicador para muchos aspectos de la vida. Nuestras narices no tienen la potencia para detectar y reconocer a un infectado de Covid-19 pero de forma electrónica esto es posible. Si se afinan los detalles en la eNose estaremos un paso adelante para detectar a tiempo a quienes han contraído el virus. Habrá que seguir la pista a los sabuesos electrónicos que confían en detectar el virus a tiempo.