Una vacuna inhalada, la nueva propuesta para combatir al Covid-19 Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
3 agosto, 2021
Hace apenas un año la posibilidad de una vacuna que ayudara a controlar la propagación del virus SARS CoV-2 parecía lejana. Hoy existe una larga serie de medicamentos que preparan al sistema inmunológico humano para enfrentarlo. Sin embargo, aún existen muchas limitaciones. Las vacunas que se distribuyen actualmente se aplican en formato líquido y en algunos casos presentan grandes complicaciones; un ejemplo de ello son las bajas temperaturas extremas que algunas de ellas requieren para conservarse. Ante este panorama surge una propuesta completamente distinta para atacar a este virus que ha cambiado drásticamente nuestro estilo de vida: las vacunas en polvo.
Una alternativa para cualquier rincón del mundo
Entre los retos que presentan las vacunas actuales uno de los que complica más la distribución es la temperatura que requieren los fármacos para conservarse. Regiones como África o el sur de Asia tienen temperaturas en donde alcanzar los casi 70 grados Celsius negativos que requiere la vacuna de Pfizer y BionTech es casi imposible. Aún cuando otras son menos exigentes, también requieren condiciones difíciles de conseguir en todo el mundo. Ante este panorama, un polvo sería mucho más fácil de distribuir.
“Es muy fácil y barato de producir”, describió a la BBC Johan Wäborg, quien es CEO en Iconovo, la empresa fabricante de inhaladores que desarrolla esta vacuna. “Simplemente se quita un pequeño deslizamiento de plástico y luego se activa el inhalador de la vacuna y se pone en la boca, respiras hondo e inhalas”, explicó.
La vacuna inhalada se desarrolla en Medicon Village, un parque de investigación científica ubicado al sur de Suecia. El dispositivo cabe en la palma de la mano y recuerda la forma de una memoria USB. Iconovo trabaja en conjunto con Estocolmo ISR, una empresa de investigación inmunológica dedicada al desarrollo de la vacuna en polvo.
Esta vacuna se encuentra en fase de experimentación actualmente. Se realizan pruebas en las variantes de Covid-19 alfa (británica) y beta (sudafricana), ambas de rápida dispersión. Por ahora debe comprobarse que su nivel de efectividad sea comparable al de las vacunas que ya circulan alrededor del mundo. Las pruebas en humanos no han comenzado, se planea que comiencen en los próximos dos meses.
Si los resultados son adecuados sería un gran apoyo para las campañas de vacunación a nivel mundial. “Realmente abriría oportunidades para áreas de difícil acceso y tal vez nos evitaría tener personas cargando neveras portátiles en bicicletas y camellos”, comenta Stefan Swartling Peterson, quien fue jefe de salud global de la UNICEF entre 2016 y 2020. El especialista que ahora es profesor de transformación global para la salud en el Instituto Karolinska, cerca de Estocolmo, compara a las vacunas con los alimentos liofilizados. Estos han facilitado su distribución en zonas de difícil acceso e incluso sin servicios básicos como electricidad. Entre ellos encontramos algunos muy populares como el café soluble.
Los esfuerzos por conseguir vacunas en polvo van más allá de las dos empresas ya mencionadas. Ziccum, una empresa cercana geográficamente a Iconovo, prueba tecnología para secar vacunas líquidas sin reducir su efectividad. Con ella se facilitaría la parte final del proceso de producción, conocida como “llenado y acabado”, en países en desarrollo. La idea original es que se rehidraten antes de la aplicación pero bien podría recurrirse a otro tipo de métodos como el aerosol. Aún es pronto para conocer todas sus posibilidades.
La farmacéutica Janssen ya trabaja con Ziccum en un proyecto piloto para probar el método de secado al aire. No se ha mencionado públicamente si este proyecto conjunto se relaciona con la vacuna contra Covid-19 u otro tipo de fármacos. Entre las ventajas de este tipo de tecnologías está que se reducen costos de conservación como el relacionado con el consumo eléctrico de los congeladores.
“Tenemos que poder llevar las vacunas a las poblaciones en todos los entornos para hacer frente a las epidemias y pandemias a nivel mundial”, declara Ingrid Kromann, quien es portavoz de la Coalición para la Innovación en la Preparación ante Epidemias (CEPI). Ella misma menciona que las vacunas en polvo están lejos de ser una realidad, ya que aún falta mucho camino en su desarrollo. “Pero si tiene éxito, podría contribuir a un mejor acceso a las vacunas, menos desperdicio y menores costos de los programas de vacunación”, aclara.