Bonobos y chimpancés también saludan y se despiden, afirma estudio Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
14 agosto, 2021
En nuestra especie existen todo tipo de señales para comenzar o terminar una interacción: movimientos, gestos, sonidos y un largo etcétera. Sin embargo, este rasgo era desconocido en otros seres vivos, hasta hace poco. Un estudio publicado recientemente en iScience explica algunas interacciones entre dos especies de simios grandes: Bonobos y chimpancés. A través del análisis de 1,242 interacciones de especímenes que viven en zoológicos se concluyó que tienen acciones estructuradas que cumplen la función de saludo y despedida.
Un acuerdo y diferentes maneras de realizarlo
El compromiso conjunto es el centro de esta investigación. Para los investigadores, el hecho de saludarnos o realizar un acto de despedida lleva como objetivo el llegar a un acuerdo. Lo que ocurra entre ellos corresponde a los participantes y mientras se desarrolle todos los involucrados pondrán de su parte para que funcione. Una vez que se avisa que ya no se forma parte de ese acuerdo se comprende que ya no es necesario el esfuerzo común.
Las interacciones que se estudiaron fueron juego y limpieza. Gestos como tocarse, estrechar la mano, tocar las cabezas, producir sonidos o intercambiar miradas son formas en que las dos especies que participaron en el estudio se comunicaban. Así, se deja claro que habrá un juego o que este termina, también se acepta participar en el acicalamiento mutuo y hacer notar que este ya concluyó.
Los resultados no fueron los mismos en las dos especies. Mientras que los bonobos muestran mayor disposición a saludarse antes de comenzar alguna de las acciones mencionadas (ocurrió en el 90% de las interacciones), los chimpancés lo hacen con menor frecuencia (se observó el 69% de las veces). En cambio, para ambas especies la despedida es un acto común, apareció el 92% de las ocasiones entre bonobos y 86% entre chimpancés.
Además de las acciones por sí mismas se evaluó el tipo de relación que tenían los simios. Para bonobos y chimpancés fue diferente. Mientras que los bonobos realizan saludos y despedidas más cortas mientras más cercano es el vínculos, para los chimpancés no fue un factor importante. Los investigadores sugieren que las jerarquías claramente establecidas entre chimpancés provocó que funcione de esta forma. Entre los humanos se reconocen comportamientos similares a los de los bonobos, la cercanía con otras personas modifica la forma en que nos saludamos o despedimos.
Para los investigadores, el hecho de saludar o despedirse forma una obligación mutua. En nuestra especie el compromiso conjunto nos lleva a trabajar con un objetivo común. Para comenzar con esa actividad nos saludamos y para terminar nos despedimos. Así queda claro en qué momento estamos fuertemente comprometidos y en qué momento ya no estamos participando.
Las interacciones humanas son algo que sólo se puede estudiar mientras ocurren. Si queremos comprender la forma en que comenzaron, el recurso más accesible es estudiar a otras especies de simios. Si bien, las interacciones de los primeros individuos del género homo no quedaron fosilizadas, si podemos observar a especies cercanas para imaginar cómo fueron las nuestras.
El estudio surgió a partir de uno realizado previamente con niños. En aquella ocasión un grupo de niños se mostró extrañado cuando uno de sus guías de experimento dejó de participar sin dar aviso. Los infantes buscaron la forma de hacerlo participar nuevamente. Una reacción similar se notó cuando un grupo de bonobos no asimiló que uno de ellos ya no colaboraba para acicalar a otros. Esto despertó la duda en los investigadores sobre cómo habrían sido los orígenes del saludo y la despedida.