¿Clonación de mascotas? este servicio ya está disponible, pero no siempre tiene un final feliz Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
26 noviembre, 2019
Desde que un 22 de febrero de 1997 científicos ingleses anunciaron que habían clonado al primer mamífero a partir de una célula adulta, la oveja Dolly, la clonación ha avanzado a pasos agigantados. Hoy en día, el proceso de clonación está mucho más desarrollado, e incluso en países como China ya se ha convertido en un servicio que se puede contratar, así como se hace con la televisión por cable o el servicio de telefonía celular.
Por la módica cantidad de 35 mil dólares, la compañía Sinogene te da la oportunidad de clonar a tu mascota, ya sea un gato, un perro o incluso un caballo. El proceso parece bastante sencillo. Se extraen celulas de piel de tu mascota cuando aún se encuentra con vida. La compañía se encarga de mantener en buen estado los genes de tu mascota hasta que llega el momento en que necesites clonarlo.
Por supuesto la clonación siempre ha sido un tema controversial, pero a pesar de eso, la investigación del tema ha continuado y se han encontrado varias aplicaciones interesantes. Por ejemplo, se ha determinado que la clonación de ovejas que han sido genéticamente modificadas podrían ayudar a la creación de medicamentos que ayuden a la coagulación de sangre en humanos. Otra de las aplicaciones a las que se les prevé un gran futuro, es a la clonación para alimentación y es que nuevos estudios en Estados Unidos han asegurado que la carne y leche proveniente de animales clonados es apta para el consumo humano, lo que podría ayudar a terminar con el problema de la hambruna.
Hoy nuevamente la clonación ha sido puesta en tela de juicio después de que Huang Yu, un ciudadano chino que reside en Wenzhou, decidió que quería clonar a su gato “Garlic” que había muerto hace un año. Así que fue a Sinogene, donde ya se había resguardado la información genética de Garlic y pidió que se hiciera el clon que pudiera sustituir a su amada mascota. Pero la sorpresa fue grande cuando el animal que le fue entregado, no tenía parecido físico con su antiguo gato y es que la clonación no garantiza tener una réplica exacta de la mascota, sino el mismo pero a nivel genético.
Pero Huang Yu no ha sido el único que se ha sentido decepcionado por el servicio de clonación de mascotas. La celebre diseñadora de modas Diane von Furstenberg hizo que clonaran a su Jack Russell Terrier de nombre Shannon y con sus muestras genéticas produjo dos cachorros de nombre Deena y Evita, pero la diseñadora asegura que no se parecen absolutamente en nada a su antigua mascota, ni en apariencia, ni en carácter. Misma situación vivió Barbra Streisand, quien clonó a sus dos perros pero sin suerte de que se parecieran a los originales.
Según información del Instituto Roslin de Edinburgo, laboratorio donde fue colgada Dolly, la posibilidad de que un clon sea idéntico al animal del cual fue clonado es remota. En cierto sentido es mucho más el parecido de un par de gemelos que el parecido entre un animal y su clon. Pero esto va más allá de las apariencias y es que tampoco el carácter ni la forma de ser de las mascotas puede ser clonado y es que cada animal genera su propio carácter con las circunstancias que va viviendo, por lo cual resulta imposible.
Por si todo esto fuera poco, varios estudios han revelado que los animales clonados generalmente tienen una gran incidencia de problemas de salud. Esto va desde un incremento de tamaño a la hora del nacimiento y hasta defectos en órganos vitales como el corazón o el cerebro. Problemas de los que aún se desconocen las causas y que no han podido ser corregidos mediante la manipulación genética, lo que genera aún más incertidumbre y controversia alrededor de la clonación de mascotas.
Para muchos la clonación podría parecer una alternativa tras sufrir un duelo por haber perdido una mascota, pero la realidad es que por mucho que hayamos avanzado, aún estamos lejos de poder realizar este proceso con total seguridad de que el producto final será un animal sano y que podrá tener una vida normal. Por el momento los expertos aconsejan aceptar la pérdida y completar el ciclo de duelo normal que esto conlleva.