El ajolote mexicano, entre la extinción y el asombro científico Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
8 octubre, 2019
En enero de 2018 se publicó el genoma de esta especie endémica del Valle de México y a pesar del gran interés científico que despierta está bajo amenaza de extinción. En 1998 la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), realizó un estudio que registraba una densidad de población de 6 mil ajolotes por kilómetro cuadrado. Apenas un par de décadas después la situación ya es muy diferente. Para 2014 el Instituto de Biología (IB) de la UNAM realizó un estudio similar que mostró una densidad muy inferior a la anterior, apenas 35 por kilómetro cuadrado.
Un monstruo mitológico con importantes secretos para la ciencia
Su nombre significa en Náhuatl “Monstruo de agua”, aunque también se le asocia con el dios Xólotl, hermano de Quetzalcóatl. Su peculiar figura se debe a que a diferencia del resto de las Salamandras, familia a la que pertenece, conserva sus características larvarias. Aún cuando se ha dado la madurez sexual y mide en promedio 25.7 centímetros de largo, su apariencia es la de un renacuajo, este fenómeno se conoce como “neotenia”.
Una de sus características más llamativas es su capacidad para regenerarse. Otros reptiles son conocidos por recuperar partes de su cuerpo una vez que estos son mutilados; sin embargo, los ajolotes logran esto con prácticamente todo su cuerpo. No importa si se trata de hueso, músculo o nervios, el ajolote lo recuperará sin conservar cicatrices, aún sí se trate de órganos internos.
Ningún otro animal es capaz de regenerarse a ese nivel. De ahí que para muchos investigadores sea una especie atractiva. No se trata de un interés nuevo. En 1863, el Museo de Historia Natural de París recibió 34 ejemplares vivos que provenían de Xochimilco. El zoologo Auguste H. A. Duméril fue el encargado de hacer los primeros estudios sobre esta especie. De ese primer acercamiento se logró reproducir a la especie en cautiverio y se enviaron ejemplares a diversas partes del mundo.
Su capacidad regenerativa es motivo de interés para los investigadores actuales. Una de las posibilidades que se ven en esta especie mexicana es la posibilidad de reducir riesgos de enfermedades como el cáncer. Para llegar a ese punto falta mucha investigación pero ya se tienen avances, por ahora sabemos que es el animal más complejo genéticamente del que se tiene registro.
El ajolote tiene 32 mil millones de pares de bases de ADN. Con esta cifra es el genoma secuenciado más grande en la historia. El ser humano cuenta apenas con 3 mil millones de pares de estas bases; el ajolote tiene una secuencia más de 10 veces mayor a la nuestra. Comprenderlo es un reto, no sólo por la forma extraña de su cuerpo, sino por todo lo que hay dentro de él.
Para continuar con las investigaciones es indispensable que la especie siga viva pero son cada vez menos. La contaminación y reducción de su hábitat es el mayor reto a vencer. En el siglo XVI, cuando ocurrió la conquista de México, vivían en el sistema de lagos del Valle de México. En algún momento de la historia los lagos de Texcoco, Xochimilco, Chalco y sus conexiones con el lago de Zumpango y Xaltocán fueron el espacio que habitaban los ajolotes. Hoy sólo queda Xochimilco y la calidad de su agua, así como especies introducidas en él ponen en riesgo su permanencia.
La conservación de la especie es una tarea que ya han tomado distintas instituciones. Una de ellas es la UAM. A través del Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC), promueve la reproducción de este anfibio. El CIBAC produce anualmente entre 3 y 5 mil individuos de esta especie. Estos ajolotes son posteriormente liberados en ambientes naturales controlados como el Lago de Conservación de San Gregorio Atlapulco, que en 2013 recibió a 2,800 individuos.
El ajolote es famoso por varias razones. Además de regenerarse conserva un gesto que nos hace imaginar una sonrisa permanente. Su ambiente natural es cada vez más adverso pero no se puede dar por perdida una especie sólo por eso. El conocimiento de esta especie promete grandes beneficios en el futuro de la medicina humana, si no para imitarlo, si para comprender mejor cómo funciona su organismo y retomar algo de ello. Por ahora el reto es conservar la especie.
Fuentes:
https://www.nature.com/articles/nature25458
https://www.biodiversidad.gob.mx/especies/especies_priori/fichas/pdf/ajoloteMexicano.pdf
http://www.uam.mx/semanario/xxii_24/files/assets/common/downloads/xxii_24.pdf
https://www.genome.gov/11510905/preguntas-maacutes-frecuentes