El “Hombre Dragón”, nuestro ancestro cercano que había pasado desapercibido Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
1 julio, 2021
Los descubrimientos científicos dependen mucho del momento histórico en que ocurren. Este es el caso del que ahora se considera una especie muy cercana a la nuestra, incluso más que los neandertales. Se le conoce como el “Hombre Dragón” y fue encontrado a principios del siglo pasado, aunque fue apenas en 2018 que se comenzó a estudiar. Junto con el Homo Nesher Ramla, este nuevo pariente de nuestra especie redefine lo que sabemos sobre nuestro pasado y la dispersión humana en todo el mundo. Los estudios se publicaron apenas con unos días de diferencia.
Un gran cerebro que no logró fugarse
Su nombre científico es Homo Longi. Fue encontrado en la ciudad china de Harbin. Proviene del nombre de la provincia en que se encontró: Heilongjiang que se traduciría como “río del Dragón Negro”. La revista científica The Innovation fue la encargada de publicar los tres artículos en que se detalla las características que se conocen hasta ahora del “Hombre Dragón”.
Su descubrimiento nos remite a 1933; en aquella época China vivía una ocupación japonesa. Durante la construcción de un puente sobre el río Songhua uno de los trabajadores encontró un cráneo y decidió esconderlo. “En lugar de entregar el cráneo a su jefe japonés, lo enterró en un pozo abandonado, un método tradicional chino para ocultar tesoros”, se detalla en uno de los estudios.
Una vez que terminó la guerra con Japón el hombre se dedicó a la agricultura y dejó el cráneo en su escondite. Después de diferentes etapas en la historia china, parecía que el cráneo quedaría oculto. Antes de su muerte, el hombre contó la historia a su familia, que ya había avanzado tres generaciones.
Qiang Ji, de la Universidad GEO de Hebei fue el encargado de recuperar el cráneo para su análisis científico. El cráneo fue desenterrado en 2018. Al enterarse de la existencia del cráneo, Qiang Ji convenció a la familia para donarlo al Museo de Geociencias de la universidad a la que pertenece.
La edad del cráneo se calcula entre 138 mil y 309 mil años, de acuerdo a los análisis geoquímicos. Éste combina rasgos primitivos y otros más cercanos a nuestra especie. Por una parte, tuvo una nariz ancha, cejas y caja torácica bajas, lo que recuerda a otros homínidos primitivos. Por otro lado, sus pómulos eran planos y delicados, más parecidos a los del Homo Sapiens.
El espécimen encontrado perteneció a un hombre alrededor de los 50 años. Su cara fue muy ancha; las cuencas de sus ojos fueron de gran tamaño, lo que apunta a ojos profundos, y sus dientes fueron grandes. Pero la característica que más llama la atención es el tamaño de su cráneo, similar al de los humanos modernos.
“El cráneo de Harbin es el fósil más importante que he visto en 50 años. Demuestra la importancia de Asia Oriental y China para contar la historia humana”, explica Chris Stringer, quien es jefe de investigación sobre orígenes humanos del Museo de Historia Natural de Londres y participó en el estudio.
Lo que sigue para el equipo de investigadores es el análisis genético. Se explora la posibilidad de extraer proteínas o ADN del cráneo; el segmento más prometedor en este sentido son los dientes. También se realizarán tomografías computarizadas para analizar la forma de los senos paranasales, las orejas y el cerebro.
El fósil fue encontrado en uno de los lugares más fríos de China, lo que indica que los homínidos fueron capaces de adaptarse a entornos hostiles. Los investigadores proponen que este nuevo hallazgo tiene relación con otros fósiles chinos de difícil clasificación. Entre ellos están los encontrados en Dali, provincia de Yunnan (al suroeste de China), o una mandíbula de origen tibetano que por ahora se considera denisovana. Chris Stringer también sugiere que el “Hombre Dragón” podría pertenecer a la misma especie que los denisovanos.
La existencia del “Hombre Dragón” nos lleva a redefinir lo que sabemos sobre nuestra historia evolutiva. “Somos seres humanos. Siempre es una cuestión fascinante saber de dónde venimos y cómo evolucionamos”, menciona Xijun Ni, quien participó en el estudio y se desempeña como profesor en la Academia China de Ciencias y vicedirector del Laboratorio Clave de Evolución de Vertebrados y Orígenes Humanos. Apenas tenemos las primeras pistas sobre nuevos linajes de homínidos y en los próximos años se rediseñará nuestro árbol evolutivo.