El hoyo de ozono crece nuevamente Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
4 octubre, 2023
Este año el hoyo en la capa de ozono sobre la Antártida alcanzó uno de los mayores tamaños que se han registrado. El “área de agotamiento de ozono” alcanzó en septiembre los 26 millones de kilómetros cuadrados, que equivalen a casi tres veces el tamaño de Brasil.
Las mediciones vienen del satélite Sentinel-5P del programa Copernicus. La época entre agosto y octubre es cuando alcanza sus mayores dimensiones durante el año.
Un retroceso sobre la Antártida
Es normal que el hoyo en la capa de ozono sobre el polo sur cambie de tamaño. Mantiene un flujo regular como base. Cada año su máximo se alcanza entre la mitad de septiembre y la de octubre.
Cuando las temperaturas comienzan a subir en el hemisferio sur, durante la primavera, el agotamiento del ozono disminuye. El vórtice polar se debilita y finalmente se extingue. Para finales de diciembre los niveles de ozono regresan a rangos normales.
Copernicus Sentinel-5P fue lanzado en octubre de 2017. Fue el primer satélite de este programa dedicado a monitorear la atmósfera. La flota Copernicus Sentinel de la Agencia Espacial Europea (ESA) monitorea distintos aspectos medioambientales.
Sentinel-5P cuenta con un instrumento llamado Tropomi. Desde ahí se detectan huellas de gases en diferentes partes del espectro electromagnético. Desde ahí se obtienen mediciones precisas de sustancias atmosféricas en alta resolución.
Los datos que obtiene el instrumento Tropomi se procesan en el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Los algoritmos que se usan en este proceso fueron elaborados por el DLR y el Real Instituto de Bélgica para Aeronomía Espacial (BIRA-IASB).
Los datos sobre la columna de ozono que obtiene Sentinel-5P se procesan en tres horas después de la medición. Estos datos forman parte del Servicio de Monitoreo Atmosférico Copernicus (CAMS).
“Nuestro servicio operacional de monitoreo y pronóstico del ozono muestra que el agujero de ozono de 2023 comenzó temprano y ha crecido rápidamente desde mediados de agosto”, señala en un comunicado de la ESA Antje Inness, quien es científica senior del CAMS.
“Alcanzó un tamaño de más de 26 millones de kilómetros cuadrados el 16 de septiembre, por lo que es uno de los agujeros de ozono más grandes de la historia. Los datos de ozono de Tropomi son un conjunto de datos importante para nuestro análisis de ozono”, agrega.
¿Qué hace que cambie el tamaño en el hoyo de ozono?
Gran parte de la variabilidad en el tamaño del agujero en la capa de ozono sobre la Antártida se debe a la fuerza de la banda de viento que fluye en el área antártica. Esta banda de viento es consecuencia de la rotación de la Tierra y la fuerte diferencia entre las temperaturas polares y las latitudes moderadas.
Cuando la banda de viento es fuerte actúa como una barrera. En esas condiciones las masas de aire del polo sur no pueden mezclarse con las de otras latitudes. Las masas de aire se mantienen aisladas en latitudes polares donde se enfrían durante el invierno.
Aún no se tiene una explicación definitiva para que este año el hoyo en la capa de ozono sobre la Antártida haya aumentado. Una de las posibilidades que barajan los investigadores es que podría ser consecuencia de la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai en enero de 2022.
“La erupción del volcán Hunga Tonga en enero de 2022 inyectó una gran cantidad de vapor de agua en la estratosfera que solo llegó a las regiones polares del sur después del final del agujero de ozono de 2022”, explica Antje.
“El vapor de agua podría haber dado lugar a una mayor formación de nubes estratosféricas polares, donde los clorofluorocarbonos (CFC) pueden reaccionar y acelerar el agotamiento del ozono”, continúa la investigadora.
“La presencia de vapor de agua también puede contribuir al enfriamiento de la estratosfera antártica, mejorando aún más la formación de estos terrones estratosféricos polares y dando como resultado un vórtice polar más robusto”, agrega.
La influencia de la erupción de Tonga no es definitiva. Claus Zehner, quien dirige la misión Sentinel-5P explica que el satélite es capaz de medir las columnas de ozono. Esto no permite vigilar las variaciones mundiales en el ozono porque dependen de los flujos de aire regionales en zonas polares.
Por ahora sabemos que el tamaño del hoyo de ozono aumentó. Las causas no están definidas por ahora. Mientras tanto, Sentinel-5P continuará su monitoreo de la columna de ozono atmosférico.