Encuentran en Oaxaca restos de gonfoterio, un ancestro prehistórico del elefante Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
7 junio, 2018
Por: Luis Moctezuma
Los paquidermos son animales que solemos relacionar con paisajes exóticos. Los que sobreviven actualmente habitan en África y Asia pero en la última era de hielo, América tuvo a los suyos. Los gonfoterios, son una especie hoy extinta que se puede encontrar en distintos museos mexicanos y todavía en algunos parajes naturales, lo que ocurrió hace unos meses a Raúl Pérez Vega.
Los restos fósiles se encontraban cerca de la comunidad de San Martín de los Cansecos. Este poblado se encuentra 54 km al sur de la ciudad de Oaxaca por la carretera Oaxaca - Puerto Ángel. Ahí los restos eran visibles desde antes de cruzarse con su descubridor. Otros habitantes confirmaron, al enterarse del hallazgo, que los habían visto sin prestarles atención.
Gonfoterios en México
Los Cuvieronius tropicus, también conocidos como gonfoterios cuvieronius, poblaron el norte, centro y sur de América durante la última edad de hielo. Esto duró aproximadamente 3.7 millones de años hasta que hace 10 millones de años se extinguieron. Entre las posibles causas para este desafortunado evento están la llegada del hombre y la elevación de la temperatura, a la que no se adaptaron.
Aunque de menor tamaño que otras especies famosas como los mamuts, los gonfoterios eran animales de gran tamaño. Su altura aproximada era de 2.7 metros hasta el hombro, que podría parecer bajo pero se compensaba con su forma robusta y más alargada que los elefantes actuales. Su peso se estima en poco más de 5 toneladas.
Se tiene registro de gonfoterios en distintas zonas del país; al norte se les ha encontrado en Sonora, y Chihuahua. Al centro y sur del país su presencia parece haber sido más abundante ya que existen restos en Jalisco, Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Yucatán. Distintos museos en el país tienen restos de ellos; incluso es posible observarlos en espacios públicos como la estación Talismán del metro de la Ciudad de México.
El hallazgo de San Martín de los Cansecos
La tecnología jugó un papel importante en este descubrimiento. El miércoles 2 de mayo Raúl Pérez Vega reconoció que había algo particular en un objeto que parecía una piedra. Se encontraba en un paseo con su familia en un paraje conocido como “El palenque”, su objetivo era buscar una piedra volcánica para sembrar una orquídea pero encontró algo muy diferente. Gracias a Facebook contactó a un especialista.
El grupo “Dinosaurios gigantes —animales prehistóricos— paleontología” fue el enlace. A través de él, Raúl encontró los contactos necesarios para que la Universidad del Mar (UNIMAR) interviniera. Esta universidad participa en el Consejo de Paleontología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y promete hacer una prospección de fósiles en la región con ayuda del gobierno municipal.
Las investigaciones paleobiológicas en las que participa la UNIMAR llevan ya 12 años; entre sus colaboradores se encuentran el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) y National Geographic. Este conjunto de instituciones forma parte del Sistema de Universidades del Estado de Oaxaca (SUNEO).
Los restos de este gonfoterio dan nuevos ánimos a la investigación paleontológica en el país. Por ahora el proceso de análisis sigue y dentro de tres meses se promete regresar los restos fósiles a la comunidad en donde fueron encontrados. Así la comunidad de San Martín de los Cansecos podrá apreciar a su gonfoterio.