Encuentran peces y calamares inesperados en el Ártico profundo
22 febrero, 2022
El cambio climático ha provocado que la capa de hielo del Ártico sea cada vez menor, en cuestión de décadas se espera que los barcos comerciales naveguen ahí. Previendo este futuro de explotación comercial, la expedición científica MOSAiC recorrió las profundidades del océano Ártico.
Mientras que la cuenca euroasiática no muestra presencia de peces recolectables, se encontraron sorpresas en las profundidades oceánicas. Bacalao del Atlántico, pez linterna, calamar gancho y bacalao endémico del Ártico son algunos de los hallazgos.
Un entorno con más especies de las esperadas
Diferentes especies de mamíferos sobreviven en el ecosistema central Ártico. Las pequeñas poblaciones de peces locales ya se conocían; sin embargo, el descubrimiento de otras que no se imaginaban agrega una pieza al rompecabezas de la cadena trófica en la región.
“La disponibilidad de peces pequeños e incluso algunos más grandes en la capa de agua del Atlántico podría explicar por qué las focas, las morsas y los osos polares se pueden encontrar incluso en el Polo Norte. Tanto los peces como los mamíferos son muy pocos, pero están allí”, explica el Doctor Hauke Flores, quien es biólogo en el Instituto Alfred Wegener y participó en la expedición MOSAiC.
El Doctor Flores explica describe a la expedición como una oportunidad única. Esta duró un año y se realizó en cinco etapas. En ella participaron pescadores voluntarios, guardias de osos polares y otros miembros de la tripulación. Su dinámica de trabajo incluyó mantenerse en temperaturas de hasta -30 grados Celsius.
La expedición recorrió un área de 3.3 millones de kilómetros cuadrados en el Polo Norte. Se documentaron 3,170 kilómetros ininterrumpidos a los largo de la capa de dispersión profunda (DSL, por sus siglas en inglés). A una profundidad de entre 100 y 500 metros se encontró zooplancton y peces pequeños. Sorpresivamente, también aparecieron con baja abundancia otras especies que no se sospechaba que estarían ahí.
Peces inesperados
A una profundidad de entre 350 y 400 metros comenzaron a aparecer peces de mayor tamaño al esperado. Una de las grandes sorpresas fue el bacalao del Atlántico, una especie depredadora que suele habitar las costas y no se esperaría a latitudes tan extremas. El bacalao apareció a 500 kilómetros de distancia de cualquier costa. Y las especies inimaginadas no terminaron ahí, la cámara desplegada bajo el hielo marino observó a un par de especies alejadas del territorio en el que se les conoce, estas fueron el calamar del Atlántico y el pez linterna del Atlántico.
Las condiciones en que estas especies viven bajo el océano polar son distintas a las que acostumbran. En el caso del bacalao, que desova en Noruega, esta especie se ha adaptado a temperaturas de entre 1 y 2 grados Celsius menos a las que acostumbra; el análisis de laboratorio muestra que lleva ahí al menos 6 años.
“Por lo tanto, incluso si el bacalao del Atlántico no tiene su propia población en el Ártico central, esta investigación muestra que puede sobrevivir. Un pequeño número de personas parece encontrar suficiente comida para mantenerse saludable durante más tiempo”, comenta Pauline Snoeijs Leijonmalm, quien es coordinadora del consorcio EFICA y profesora de ecología marina en la Universidad de Estocolmo.
MOSAiC es parte de los proyectos para explorar el Ártico antes que se abra a la navegación comercial. “Por lo general, la explotación de los recursos naturales recientemente accesibles tiende a preceder a la investigación científica y las medidas de ordenación, y las poblaciones de peces compartidas internacionalmente en alta mar son especialmente propensas a la sobreexplotación”, explica Pauline Snoeijs Leijonmalm.
Para prevenir una explotación sin control antes de la exploración científica se creó el Acuerdo para Prevenir la Pesca No Reglamentada en Alta Mar en el Océano Ártico Central, que entró en funciones el 25 de junio de 2021. Con esto se propuso el programa Programa Conjunto de Investigación Científica y Monitoreo, que recolectará información sobre la biodiversidad en el Océano Ártico Central.
La expedición MOSAiC que se realizó entre 2019 y 2020 y que recientemente publicó sus hallazgos, es parte de este proyecto para conocer la vida que existe en esta región inhóspita.