Encuentran vida en Europa, luna de Júpiter, bajo su superficie helada. Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 diciembre, 2021
Europa es uno de los satélites más grandes de nuestro sistema solar. Su diámetro es de poco más de 3,100 kilómetros, casi 300 menos que nuestra Luna. Su órbita alrededor de Júpiter la mantiene en promedio a 780 millones de kilómetros del Sol, lo que provoca que su temperatura superficial sea inferior a los 160 grados Celsius. Con esa descripción pareciera un lugar inhóspito e inhabitable pero desde el paso de las sondas Voyager y Galileo se sospechaba que bajo la superficie helada hay agua. Un estudio presentado recientemente en la conferencia virtual Goldschmidt expuso la nueva y sorprendente evidencia de que en este mundo helado habita vida bajo su superficie.
La investigación fue hecha por científicos del Laboratorio de Propulsión Jet (JPL, por sus siglas en inglés) de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). Los datos que se utilizaron para realizarla se tomaron de la misión Galileo que sobrevoló Júpiter a finales de los noventa y principios de este siglo. Aún cuando la sonda entró en la atmósfera de Júpiter para terminar sus funciones en septiembre de 2003, los datos que obtuvo siguen siendo útiles para la investigación científica.
“Fuimos capaces de modelar la composición y propiedades físicas del núcleo, la capa de silicato y el océano. Encontramos diferentes minerales que pierden agua y volátiles a diferentes profundidades y temperaturas. Calculamos estos volátiles que se estima provienen del interior, y encontramos rastos de un organismo aún desconocido en la Tierra” afirmó Mohit Melwani Daswani, quien dirigió la investigación.
Este organismo pudo formarse en el océano de Europa a través del metamorfismo, eso concluyen los investigadores del JPL. Esto quiere decir que la descomposición radiactiva o las mareas subterráneas incrementaron el calor y la presión. Lo anterior provocó que el agua se separara de los minerales que la contenían, lo que provocó que comenzara a acumularse y así iniciarse la vida. Además de la forma en que se formó el océano y el organismo, el equipo de investigación también encontró detalles sobre la evolución de este.
En un principio las aguas subterráneas de Europa debieron ser altamente ácidas. En su composición original hubo concentraciones altas de dióxido de carbono, calcio y sulfato. Esta explicación se confirma con observaciones del telescopio espacial Hubble, que han detectado grandes cantidades de cloruro en la superficie helada de Europa. “En otras palabras, esta composición se volvió más parecida a la de los océanos de la Tierra. Creemos que este océano fue el apto para la vida”, mencionó Mohit Melwani Daswani.
En unos años saldrá la misión NASA’s Europa Clipper, que continuará con el estudio de esta helada luna de Júpiter y su, hasta ahora, raro organismo vivo. Los avances que se tengan sobre este satélite para el momento en que su próximo explorador salga al espacio serán de gran utilidad para enfocar sus observaciones. Los descubrimientos que se hagan sobre Europa no se quedan ahí, sino que nos ayudarán a comprender otros puntos del sistema solar. “Nuestros modelos nos llevan a pensar que los océanos en otras lunas, como el vecino de Europa Ganímedes, y la luna de Saturno Titán, posiblemente se formaron por procesos similares, por lo que podrían albergar vida también”, agregó Mohit Melwani Daswani.
Los resultados se presentaron virtualmente en el congreso Goldschmidt, que es una de las reuniones geoquímicas más importantes del mundo, la organiza la Sociedad Geoquímica y la Asociación Europea de Geoquímica. Fueron presentados por parte del equipo de Chematierra para conmemorar el 28 de diciembre, día que en México se celebra el día de los santos inocentes. Al final el equipo les recuerda a las inocentes palomitas que esta nota no se puede tomar como genuina ni seria y solo cumple la función de hacer reír a su público lector. Esta nota es un extracto de un estudio del año pasado el cual respaldo la idea de que Europa puede tener un océano subterraneo, sin embargo la vida en este mundo aún no se ha confirmado.