ESA anuncia nuevo itinerario para ExoMars 2023 Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
5 octubre, 2020
ExoMars 2023 ya tiene fechas de lanzamiento y llegada a Marte. Originalmente se había programado para salir de la Tierra en 2020; sin embargo, las condiciones especiales por la pandemia de Covid-19 provocaron la decisión de posponer la misión. La próxima ventana de lanzamiento ocurrirá en 2022. Su viaje durará 264 días y si todo sale de acuerdo al plan, el 10 de junio de 2023 tocará la superficie marciana alrededor de las 5:30 pm, tiempo central europeo de verano, equivalente a las 2:30 am del 11 de junio en el centro de México.
Un lanzamiento preciso
El 20 de septiembre de 2022 comienza la ventana de lanzamiento, este es el periodo en que existen las condiciones para que el viaje se realice correctamente; dura apenas 12 días. No fue la opción más larga de las que se tenían pero sí la más segura de ellas.
ExoMars será una misión en conjunto entre dos agencias espaciales. Tanto la Agencia Espacial Europea (ESA), como la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos) participan en ella. La elección de la trayectoria se dio en conjunto entre el Centro de Operaciones Espaciales Europeo (ESOC) en Alemania y el Lanzador de Protones de Rusia.
“Tuvimos varias trayectorias de transferencia para elegir, así como una nave lista para el viaje”, explica Martita Mercolino, directora de sistemas de ingeniería de ExoMars. “Estas variables impusieron límites relacionados con los umbrales de energía, temperatura y orientación hacia la Tierra durante las primeras etapas de vuelo, entre otros”, agrega.
La comunicación con la nave durante el inicio de su vuelo fue uno de los factores más importantes a la hora de elegir. “Una de las alternativas tenía una ventana de lanzamiento más grande, pero la conexión con la nave durante los primeros días era peor. Esta opción era más peligrosa, especialmente cuando quieres mantener el control al principio de la misión”, aclara Tiago Loureiro, director de operaciones de la nave espacial ExoMars.
La trayectoria final es más larga que otras posibles; requiere una semana más y maniobras extra. Además de los tiempos se tienen en cuenta otros detalles del viaje como las condiciones de llegada. “Tenemos que entender los retos de este destino único. Las características orbitales de Marte y las tormentas de arena fueron cruciales para nuestra elección”, comenta Loureiro.
Las tormentas de arena son un factor importante al visitar el planeta rojo. Se reconocen temporadas de mayor actividad, principalmente durante primavera y verano en el hemisferio sur. ExoMars 2023 amartizará sobre Oxia Planum, una llanura en el hemisferio norte. Se busca evitar la coincidencia con tormentas de arena y se consideran incluso las temporadas globales que ocurren aproximadamente cada 10 años (la última ocurrió en 2018). En caso de encontrarse con una los paneles solares almacenarían menos energía.
Se busca que durante esta misión el rover Rosalind Franklin sobreviva el mayor tiempo posible. Está diseñado para resistir pequeñas cantidades de arena sobre sus paneles solares; sin embargo, en caso de encontrarse con una temporada de tormentas de arena en todo el planeta quedaría fuera de servicio. “Una tormenta global de arena que cubra la atmósfera por varios meses podría resultar casi en una muerte del rover”, advierte Jorge Vago, quien trabaja en el equipo del rover Rosalind Franklin. De ahí que sea tan importante encontrar el lugar y el momento correcto para evitar este fenómeno natural.
Aun cuando se trataba de una misión planeada, quedaban detalles por afinar. El equipo que viajará a Marte está casi listo. El camino que seguirán también ya está definido. Los viajes espaciales todavía requieren de una larga planeación y el equipo encargado de ExoMars 2023 ya está preparado para lanzar a su exploradora marciana dentro de un par de años. Los datos que envíe Rosalind Franklin, nombrada así en honor a la pionera de la investigación sobre el ADN, nos ayudará a comprender mejor a nuestro planeta vecino, así como a buscar indicios de posible vida en su pasado remoto.
Fuentes: ESA