Europa enfrenta una ola de calor sin precedentes Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
19 julio, 2022
El occidente de Europa se enfrenta a un fenómeno que es cada vez más frecuente: olas de calor. Entre sus consecuencias está el aumento en el número e intensidad de los incendios forestales.
Naciones como Francia, España, Portugal e incluso Reino Unido, se enfrentan con las altas temperaturas. Este tipo de eventos son cada vez más comunes a causa del cambio climático y las predicciones indican que seguirán en aumento.
Termómetros en alerta
El fin de semana pasado concluyó con temperaturas muy por encima de lo habitual para Europa occidental. Se espera que en los próximos días se rompan récords a causa de la ola de calor.
Por ahora Reino Unido enfrenta su primera emergencia nacional por calor extremo. Sus vecinos del mediterráneo enfrentan incendios forestales difíciles de controlar.
Las cifras sobre incendios continuarán creciendo. En España la semana comenzó con 20 incendios activos y fuera de control a lo largo de todo su territorio. Portugal mantenía únicamente un incendio forestal que de acuerdo con Protección Civil ya estaba controlado al 90%; sin embargo, para el domingo la mayor parte de su territorio presentaba riesgo “máximo”, “muy alto” o “elevado” de sufrir un nuevo incendio. En Portugal el termómetro llegó a los 47 grados Celsius el jueves pasado. En España y Portugal se atribuyen más de mil muertes a la ola de calor de los últimos días.
En Francia dos incendios ya arrasaron 11 mil hectáreas en la región de Burdeos. De acuerdo con la agencia meteorológica Météo-France, esta zona podría alcanzar los 40 grados Celsius. En la Gironda el área incendiada alcanza las 14 mil 300 hectáreas. Para el domingo 51 departamentos se encontraban bajo vigilancia “naranja” y quince en “roja”, que es la más alta. En Francia 24 mil personas han tenido que huir a refugios de emergencia.
Se habla ya de incendios de sexta generación, que representan una amenaza cada vez más grande para las naciones europeas. Esta forma de clasificación se usa para definir las diferencias entre los incendios forestales previos al siglo XX y la forma en que han ido evolucionando.
La primera generación de incendios lograba crecer sobre las zonas agrícolas que habían dejado de usarse. Para la segunda generación las zonas que alguna vez fueron agrícolas ya se habían repoblado con vegetación que servía como combustible para los incendios, a partir de aquí se comenzó a planear estrategias para frenarlos.
Para la tercera generación una parte importante de la población humana ya había migrado a las ciudades, lo que dejaba toda la masa forestal a merced del fuego. La cuarta generación aparece a finales del siglo XX cuando se vuelven habituales las segundas residencias en el campo que se usan poco y abonan terreno para que los incendios forestales se extiendan.
Para la quinta generación el número de incendios aumenta y además se vuelven simultáneos, lo que complica el trabajo de los cuerpos de bomberos para controlarlos. Actualmente se habla de una sexta generación de incendios forestales en que son incontrolables y se sugiere priorizar las medidas preventivas.
A las temperaturas extremas se agrega el riesgo de sequía. Casi la mitad del territorio europeo se encuentra en esta condición, incluido Reino Unido, de acuerdo con la Comisión Europea. Desde el Centro Común de Investigación se alerta sobre la situación crítica que vive el continente debido a que “déficit de precipitaciones de invierno-primavera... se vio exacerbado por las tempranas olas de calor de mayo y junio”.
En un informe del organismo se menciona que el suministro de agua podría verse comprometido en los próximos meses.