Inventos que le debemos a la exploración espacial (parte 1) Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
27 abril, 2021
Muchas veces escuchamos opiniones en contra de la exploración espacial por el tiempo y el dinero que requiere cuando hay problemas urgentes que resolver en la Tierra. Pero la realidad es que la exploración espacial es mucho más que la ambición de conocer y explorar otros mundos.
En primer lugar, nos da respuestas a incógnitas que hemos tenido desde siempre, desde el origen de la vida, hasta nuestras posibilidades de supervivencia. Pero además de las respuestas que puede ofrecernos, la exploración espacial también nos ha dotado de muchos productos y tecnologías que hoy son vitales en nuestra vida, y que por más que pensamos que se desarrollaron para el uso diario, en realidad fueron diseñadas para el espacio.
Aquí te dejamos estos 5 productos y tecnologías que fueron desarrolladas gracias a la exploración espacial.
1. Termómetro infrarrojo
Hoy más que nunca estamos familiarizados con este tipo de termómetro. A cada lugar que entramos nos piden tomarnos la temperatura y lo hacemos por medio de este termómetro infrarrojo y, aunque pudiera parecer que se desarrolló para el uso médico, esto es incorrecto.
Este instrumento lo desarrolló el Laboratorio de Propulsión de la NASA para medir la temperatura de estrellas y planetas en diferentes misiones espaciales. Fue hasta la década de los 90 que se implementó para lo que actualmente lo utilizamos.
2. Neumáticos modernos
A finales de los años 70 y principio de los 80, la NASA formó equipo con el fabricante de neumáticos Goodyear, para desarrollar un material con una estructura molecular en cadena para los paracaídas de las sondas espaciales Viking. Este material le daba a los paracaídas una fuerza 5 veces mayor a la del acero.
Después de terminar su contrato con la NASA, Goodyear pensó que este material era idóneo para sus neumáticos, pues la fuerza y durabilidad del material era mucho mayor al que se utilizaba en ese entonces. Así fue como fabricaron los neumáticos modernos que soportan más de 16,000 kilómetros sin necesidad de un cambio.
3. Celdas solares
Hoy en día podemos verlas por todos lados. Hay casas que ya utilizan la energía solar para suplir a la energía eléctrica; granjas enteras que aprovechan el sol para crear energía; e incluso hay ciudades enteras que utilizan estas celdas para alimentar sus necesidades energéticas. Pero las celdas solares no fueron diseñadas para la Tierra, sino para las naves espaciales.
La NASA en conjunto con Environmental Research Aircraft and Sensor Technology, diseñaron una fuente de energía eficiente y que no supusiera una carga de peso extra para las naves espaciales que tenían que hacer viajes de varios días en el espacio. Estas placas dieron pie a los paneles solares convencionales que utilizamos en la actualidad.
4. Aspiradora inalámbrica
Tal vez sea uno de los eventos más triviales del siglo XX, pero la aspiradora sin cables fue la predecesora de lo que hoy conocemos como robots aspiradores: máquinas capaces de limpiar sin intervención humana un espacio y sin la necesidad de estar conectados a una fuente de energía. Pues las aspiradoras inalámbricas, también son un invento que le debemos a la exploración espacial.
Durante las misiones Apolo de la NASA, la compañía Black & Decker originó un taladro portátil capaz de extraer muestras de la superficie lunar. Para ello tuvo que optimizar el motor del taladro y volverlo inalámbrico y como ya te podrás imaginar, años después, en 1981 para ser exactos, utilizaron estos avances para crear la primera aspiradora inalámbrica, la “Dustbuster”.
5. Trajes antifuego
Seguramente alguna vez has visto alguna escena en donde los bomberos combaten el fuego con sus trajes ignífugos. Estos trajes que soportan altas temperaturas y que permiten que la persona que lo porta tenga acceso a oxígeno en todo momento también son una herencia de la exploración espacial.
Desde la década de los 50, los programas espaciales se preocuparon por fabricar un traje que permitiera a sus astronautas llegar al espacio. Tras un accidente en las pruebas del Apolo 1, la NASA reforzó la investigación en los materiales ignífugos, en concreto el polibencimidazol (PBI), que adoptó para sus trajes espaciales. No es coincidencia que un par de años después, los cuerpos de bomberos en Estados Unidos, comenzaran a utilizar estos trajes.