Júpiter tiene más agua de lo que imaginábamos Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
19 febrero, 2020
En 1995 los datos recopilados por la Misión Galileo sugerían que Júpiter era un planeta extremadamente seco. Un cuarto de siglo después los primeros datos de la misión Juno dicen algo muy diferente. Al formarse el sistema solar Júpiter debió ser el primero de los planetas en formarse, de ahí el interés en conocer sus niveles de agua. La cantidad de agua que pueda alojar el gigante gaseoso ha despertado la curiosidad de los científicos por décadas, ahora tenemos un dato alentador.
Un gigante gaseoso e hidratado
Los resultados se publicaron recientemente en la revista científica Nature Astronomy. Las mediciones sobre el ecuador de Júpiter hechas por Juno indican que tiene un 0.25% de moléculas de agua en su atmósfera. Ya se han observado fenómenos en Júpiter que requieren del líquido, pero ahora tenemos una medición que da luz sobre la cantidad que se encuentra ahí.
En su momento, los datos de Galileo sugerían que Júpiter era comparativamente más seco que el Sol. No significa que haya agua en nuestra estrella, más bien se trata de una comparación a partir de la cantidad de los elementos que la conforman y están presentes en el Sol: hidrógeno y oxígeno. Al formarse el sistema planetario Júpiter se quedó con la mayor parte del polvo y gas que no quedaron en el Sol.
La presencia de agua tiene una gran influencia en la meteorología del planeta. Aspectos como los vientos que corren en el gigante gaseoso y su estructura interna se ven influidos por la presencia de agua. Fenómenos como los relámpagos captados por Voyager y otras sondas espaciales, requieren la presencia de agua. Lo que faltaba era una confirmación de sus cantidades.
Las transmisiones de Galileo terminaron mientras descendía sobre el gigante gaseoso. En aquellos 57 minutos de caída envió información a 1230 kilómetros de profundidad con 22 atmósferas de presión. En aquella ocasión las mediciones fueron menores a lo esperado: indicaba 10 veces menos agua de la que se esperaba. La conclusión fue que el agua se encuentra distribuida en toda la atmósfera joviana y Galileo fue desafortunado al caer en un lugar seco.
Juno despegó en 2011 y ya estaba preparada para corregir el estilo de búsqueda de Galileo. Su método consiste en analizar grandes áreas a distancia, en vez de medir un pequeño territorio desde dentro. Su radiómetro de Microondas (MWR) usa 6 antenas para hacer diferentes mediciones atmosféricas sobre Júpiter. El agua absorbe ciertas ondas de radiación de microondas, eso ocurre en los hornos de microondas y el MWR aprovechó ese fenómeno para medir el agua en Júpiter.
Para obtener información atmosférica Juno realizó 8 vuelos sobre Júpiter. Sus mediciones llegaron más que las hechas por Galileo. Alcanzó los 150 kilómetros de profundidad y 33 atmósferas. Sus resultados muestran que el agua está distribuida por toda la atmósfera del gigante gaseoso.
Juno sigue sobrevolando a Júpiter. Su vuelo número 24 se realizó el 17 de febrero. Ha encontrado datos interesantes como la presencia de ciclones en sus polos. Aún le quedan vuelos programados y el próximo comienza el 10 de abril. Aún queda mucho por conocer de nuestro vecino gigante.