La Estación Espacial Internacional ya tiene a su segundo robot asistente Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
20 abril, 2020
El 2 de julio de 2018 salió al espacio el primer Compañero Móvil de Equipo Interactivo (CIMON, por sus siglas en inglés). Para abril de 2020 ya está funcionando la segunda versión de este robot espacial que tiene como objetivo interactuar con la tripulación de la Estación Espacial Internacional (EII). CIMON-2 salió al espacio el 5 de diciembre de 2019 y comenzó sus actividades este abril. La nueva versión promete mejoras significativas, entre las que resalta su capacidad empática.
Un robot asistente mejorado
CIMON-2 es el resultado de la colaboración entre diferentes instituciones. En su desarrollo participaron el Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán), Airbus e IBM. Además de ser un reto en Inteligencia Artificial, busca indagar en la interacción humano-máquina. Parte de su trabajo consiste en colaborar en investigaciones sobre el impacto del estrés y el aislamiento en las misiones espaciales largas.
Llegó en febrero a la EII pero su despliegue ha tomado tiempo. Quedó listo para funcionar en abril y si todo funciona de acuerdo a los planes permenecerá en funciones por más de 3 años. Su predecesor, CIMON, permaneció 14 meses en la EII. Esta segunda versión tendrá una misión mucho más larga y ambiciosa.
Las primeras pruebas ya fueron hechas. Para este momento ya se probó su capacidad de vuelo y control de voz. Sabemos que es capaz de orientarse y comprender la asignación de tareas. Esta etapa de demostración se realizó en el Módulo Europeo Columbus.
La voz de su compañero de misión, el astronauta italiano Luca Parmitano, es parte importante de la interacción. Entre sus funciones está que se orienta a través de instrucciones orales. A través de comandos vocales fue capaz de llegar al Laboratorio de Experimentación Biológica (Biolab) dentro del módulo de investigación.
Sus habilidades visuales también fueron puestas a prueba. Para cumplir con sus actividades debe capturar imágenes, tanto fijas como video, del módulo en que trabaja. Esto le ayudará en algunos de los experimentos en los que participará. Tanto su software como su hardware han sido puestos a prueba y se espera mucho de esta segunda versión.
Técnicamente cuenta con mejoras importantes. Sus micrófonos ahora son más sensibles. También su sentido de la orientación es más avanzado que la versión previa. La capacidad de su batería aumentó 30 respecto a la primera versión. Su software ha sido mejorado en todos los aspectos y el más significativo es su capacidad empática.
CIMON-2 cuenta con un sistema de análisis emocional lingüístico. Este no funciona todo el tiempo, sino que se activa ante una solicitud. Cuando está en funciones es capaz de responder a su compañero de misión en un modo empático. Aquí se vuelve importante su diseño facial.
CIMON-2 cuenta con un rostro que se dibuja en su pantalla pero eso es sólo una parte. Uno de sus objetivos es reducir los niveles de estrés de su compañero. Además de compañía, el robot ofrece ayuda en distintas tareas que reducirán la carga de trabajo para su compañero espacial. Con estos robots asistentes comienza una exploración en las posibilidades de asistencia en tareas del espacio que reduzcan la carga sobre los participantes humanos. En un futuro estos mismos sistemas podrían encontrar aplicaciones en la Tierra.
CIMON-2 despegó del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral el 5 de diciembre. Forma parte de un proyecto que busca mejorar las condiciones de trabajo para quienes pasan largas temporadas en aislamiento. En aquel momento no se veía venir el confinamiento a nivel mundial donde muchos agradecerían tener un compañero robótico como CIMON-2. Ya comenzó sus actividades en la Estación Espacial Internacional y ahora un astronauta italiano disfruta de una compañía robótica, mientras muchos connacionales suyos se encuentran recluidos en casa conociendo los efectos del aislamiento prolongado.