La sequía en Irak saca a la superficie un palacio de hace 3,400 años Copiar al portapapeles
POR: Deyanira Almazán
6 julio, 2019
En 2010 una fuerte sequía dejó ver lo que parecían ruinas arqueológicas bajo las aguas de la presa Mosul, en Irak. En aquél momento la situación política del país no permitió que se indagara más y el agua volvió a cubrir el edificio por varios años más. En 2018 la sequía volvió a reducir drásticamente los niveles de agua y lo que fue un complejo residencial hace aproximadamente 3,400 años volvió a la superficie. En esta segunda ocasión no se dejó pasar la oportunidad y se realizó una expedición arqueológica. Se trata de una construcción que perteneció al Imperio Mitanni, del que hasta ahora se sabe muy poco.
Una pista histórica sumergida por una presa
El otoño del año pasado la región del Kurdistán sufrió una fuerte sequía nuevamente. En un lugar conocido como Kemune las aguas bajaron lo suficiente para que un antiguo palacio fuera visible. Los encargados de dirigir la expedición fueron Hasan Ahmed Qasim de la Organización Arqueológica del Kurdistán e Ivana Puljiz de la Universidad de Tubinga en Alemania.
En el momento en que esta edificación era funcional alcanzó los 7 metros de altura. Se ubicó al este del río Tigris, cerca de la orilla. Los arqueólogos atribuyen la construcción al Imperio Mitanni que dominó las regiones de Mesopotamia y Siria entre los siglos XV y XIV antes de la era común. En su momento se trató de un imperio con gran influencia política; entre los datos que se tiene está que el rey Tushratta casó a una de sus hijas con el faraón egipcio Amenofis III.
Las ruinas de Kemune crean grandes expectativas. Antes de este hallazgo únicamente se conocían 3 lugares con restos de este imperio: Tell Brak en Siria, Nuzi en Irak y Alalakh en Turquía, todos ellos en la periferia del imperio. La expedición de los últimos meses ayudará a conocer más sobre la forma en que se vivía en Mitanni.
La construcción estudiada se describe como un palacio. Sobre su diseño se reconocen 8 habitaciones que no se han excavado completamente. Algunos de los muros alcanzan hasta dos metros de grosor. Algunas paredes se mantienen en pie y llegan a los 2 metros de altura. Su construcción fue realizada con ladrillos de barro. Algo que resalta son los decorados.
Parte de lo que encontraron los arqueólogos fue restos de pintura en las paredes. Fragmentos de rojo y azul brillantes sobrevivieron al paso de los años y el agua. Por las condiciones en que se mantuvo el edificio podría esperarse un alto nivel de deterioro pero el pigmento logró salvarse, al menos en algunos fragmentos. El edificio no fue el único hallazgo.
Los arqueólogos encontraron diez tablas de arcilla con escritura cuneiforme. Para su estudio se tomaron fotografías que ya fueron enviadas a la Universidad de Heidelberg en Alemania. La encargada de interpretar estos documentos es la filóloga Betina Faist. Lo escrito en estas tablas de arcilla nos ayudará a comprender mejor a este imperio del que conocemos apenas el eco de su existencia.
Por ahora se tienen algunos datos sobre el contenido de las tablas de arcilla. Los investigadores adelantaron que en una de ellas se menciona a la ciudad de Zakhiku. Si la actual Kemune fuera el sitio donde se estableció esa antigua ciudad habría sido habitada por cerca de 400 años. Se tiene registros de la mención a esta ciudad 1,800 años antes de la era común.
Una sequía nos llevó a conocer una pista sobre el pasado de Irak, y de la humanidad. En nuestra historia hemos transformado el medio ambiente de muchas formas. Aún hoy hay comunidades que luchan por evitar la construcción de presas que inundarían su territorio y eso lo podemos ver en México. Es difícil imaginar cómo fue nuestro planeta hace miles de años. Con este hallazgo ahora sabemos que junto al río Tigris alguna vez hubo pobladores que habitaban grandes palacios con decorados en rojo y azul. Las tablillas aumentarán el relato y pronto sabremos un poco más sobre el Imperio Mitanni.