Nuestro Sol se convertirá en cristal antes de morir Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
12 enero, 2019
Todos sabemos que nuestro sol tiene los días contados y que en un momento, aunque muy muy lejano, nuestra estrella morirá. Pero, una nueva investigación sugiere que la muerte que de nuestra estrella podría ser un poquito diferente a cómo la habíamos pensado.
El estudio publicado en la revista Nature ha propuesto que la muerte de nuestra estrella, y del 97% de las estrellas, no terminará con un estallido final. El inicio de la trama es el mismo: el Sol se expandirá hasta convertirse en una gigante roja y consumirá con certeza todos los planetas internos de nuestro vecindario cósmico. El clímax también continúa igual: en ese punto comenzará a perder la mayor parte de su masa, para encogerse y terminar siendo una enana blanca.
Pero el desenlace es diferente, y es que el estudio sugiere que el núcleo de esta enana blanca, en lugar de explotar y convertirse en una nebulosa planetaria, se convertirá en cristal debido a las condiciones de temperatura y presión, y vivirá miles de millones de años de esta manera antes de terminar su vida.
Este fenómeno se llevará a cabo debido al proceso de enfriamiento que tendrá nuestra estrella, un proceso similar a cómo el agua se convierte en hielo en la Tierra. Pier-Emmanuel Tremblay, titular de la publicación, compara este descubrimiento con un hecho muy simple, como lo es poner una bandeja de hielos en el congelador y ver cómo baja la temperatura lentamente hasta la congelación del agua, pero en el caso de las estrellas, el lapso de tiempo que se utiliza no es de unas cuantas horas, sino de miles de millones de años.
Las enanas blancas son algunos de los cuerpos celestes más antiguos del universo y este tipo de estrellas evoluciona de manera predecible durante el resto de su vida, lo que las hace más que interesantes para los investigadores, pues a partir de ellas se puede calcular la edad de las estrellas cercanas. Así fue justamente como se dio este descubrimiento, al analizar alrededor de 15 mil enanas blancas con el satélite de la ESA Gaia.
En esta investigación, Tremblay descubrió una gran cantidad de estrellas que no podían ser agrupadas por su masa o su edad, y una mirada más a fondo demostró que este extraño tipo de estrellas se estaba enfriando de manera más lenta debido a que el calor se estaba liberando en un tiempo mayor. En otras palabras, este grupo de estrellas estaba envejeciendo más lento de lo normal debido a que su núcleo se había convertido en cristal.
Evidentemente las enanas blancas con núcleo de cristal no podrán conservar su calor por siempre. Eventualmente terminarán por perder toda su atmósfera y su calor, convirtiéndose en una enana negra completamente sólida, que seguirá flotando durante miles de años antes de que se desintegre por completo.
Los astrónomos habían teorizado sobre este proceso durante décadas, pero esta es la primera vez que se obtiene evidencia directa y se piensa que nuestro sol podría tener este mismo destino.
Este descubrimiento podría llevarnos a comprender la composición interna de las estrellas como la nuestra, lo que nos dará una mejor perspectiva de la evolución estelar y de la historia de nuestro sistema solar.