¿Nuestro sol se convertirá en un agujero negro? Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
1 octubre, 2021
Durante los últimos años, los agujeros negros han cobrado popularidad entre los entusiastas de la ciencia y la astronomía. Tal vez porque cada día conocemos un más de estos cuerpos, o tal vez porque apenas en el 2019 se logró fotografiar uno de ellos; sea cual sea la razón, el punto es que ahora son altamente famosos y muchos se han preguntado si el destino de nuestro sol es terminar como uno de estos misteriosos cuerpos del universo.
La respuesta corta es “no”. Pero como sabemos que a nuestros lectores no les gustan las respuestas cortas, ni quedarse con dudas, ahondemos un poco más en la razón por la que nuestra estrella no terminará como una gran concentración de masa que absorba todo lo que encuentre a su paso.
La mayoría de los agujeros negros se forman a partir de los remanentes de una estrella moribunda. Cuando el centro de una estrella supermasiva colapsa sobre si misma, ocasiona lo que conocemos como supernova o una estrella que explota y lanza parte de la estrella hacia el espacio. Si la masa total de la estrella en cuestión es lo suficientemente grande, forma un espacio tan denso y con tanta masa que nada, ni siquiera la luz, puede escapar a su gravedad. Y eso es a lo que llamamos un hoyo negro.
Algunas estrellas no son lo suficientemente grandes para formar un agujero negro, pero sí para ocasionar una supernova. En este caso la estrella colapsará y formará una estructura súper densa llamada estrella de neutrones. Pero el Sol no está cerca de esta medida, pues solo tiene un décimo del tamaño necesario para convertirse en una estrella de neutrones.
Entonces, ¿qué pasará con el Sol?
Nuestro sol debería ser al menos 20 veces más masivo de lo que es para poder formar un agujero negro, por lo que su destino será convertirse en una enana blanca. Una estrella tan densa que una cucharada de su materia pesaría en la Tierra lo equivalente a un elefante de 5.5 toneladas. Esto sucederá en unos 6 mil millones de años, cuando el Sol se quede sin su combustible.
Nuestra estrella genera energía fusionando átomos de hidrógeno en su núcleo. Aproximadamente en 5 mil millones de años, estos átomos se extinguirán, dejando al Sol sin gasolina (por decirlo de alguna manera), por lo que empezará su proceso de colapso, que tomará aproximadamente mil millones de años más. La temperatura incrementará y sus capas exteriores se extenderán tanto que consumirá a todos los planetas internos del sistema solar, para finalmente encogerse y terminar sus días como una enana blanca.
No, nuestro sol no terminará como un agujero negro, pero su desenlace suena igual de emocionante.