¿Qué pasa actualmente con el ciclo solar? Copiar al portapapeles

Los ciclos existen en todas las escalas y el Sol no está exento de ellos. Aproximadamente cada 11 años comienza un nuevo ciclo. Durante este proceso pasa de momentos de gran actividad magnética a otros de actividad mínima. Actualmente vivimos el ciclo solar 25 y se pronostica que su pico de actividad (cuando estará más activo) ocurrirá alrededor de 2025.

Dentro de los registros que se han hecho a lo largo de la historia, cada ciclo solar muestra menor actividad que el anterior; sin embargo, este parece ir contra la tendencia y se ve muy activo.

Actividad solar y lo que ocurre aquí en la Tierra

El primer ciclo solar que se conoce comenzó en marzo de 1755 y terminó en junio de 1766. Se le conoce como “ciclo solar 1”. Fueron descubiertos por el astrónomo aficionado Heinrich Schwabe; sus observaciones se hicieron entre 1826 y 1843, de acuerdo con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio Estadounidense (NASA). Schwabe reconoció que la actividad de manchas solares cambiaba en periodos aproximados de 11 años. También determinó que el Sol gira cada 27 días.

Durante los ciclos solares se invierten los polos magnéticos. Primero el campo magnético disminuye hasta cero y posteriormente emerge en polaridad inversa. Así lo explica Phil Scherrer de la Universidad de Standford, quien es físico solar en la NASA. Los ciclos solares tienen efecto dentro de la heliosfera, la zona en que viaja el viento solar.

Algunos planetas como la Tierra reciben una parte del impacto gracias a la protección de su atmósfera. Otros como Venus, que no tiene una magnetósfera, reciben el impacto completo. Un ejemplo de estos efectos ocurrió en 2006 cuando el Sol realizó una ejecución coronal de masa (CME, por sus siglas en inglés) pequeña, al golpear a Venus le hizo perder una gran cantidad de oxígeno en su atmósfera.

Los ciclos solares no son exactos, llegan a durar como mínimo ocho y máximo 14 años. También la intensidad de la actividad varía. El ciclo actual, el número 25, comenzó en diciembre de 2019. El máximo de actividad se espera para 2025. La intención de predecir este tipo de eventos es comprender el impacto que pueden tener en la actividad humana. 

Se reconocen 3 aspectos en los que puede tener un efecto negativo una alta actividad solar. Los satélites pueden sufrir alteraciones en su funcionamiento, esto altera la forma en que operan las telecomunicaciones. Frecuencias altas como las de las ondas de radio o las que usa el GPS se verían afectadas. Además, los altos niveles de radiación aumentan el riesgo para los astronautas durante las caminatas espaciales.

Un evento astronómico cercano al pico predicho podría verse beneficiado para la observación astronómica. En Abril de 2024 ocurrirá un eclipse solar. Será visible en Norteamérica, desde Sinaloa en México hasta Newfoundland en Canadá. La sombra que proyectará la Luna sobre el Sol permitirá que se aprecie con mayor detalle la corona solar. Con esto será posible recolectar nuevos datos sobre nuestra estrella que nos permitirán comprenderla mejor. 

El Sol y sus procesos son algo que nuestra especie ha percibido durante toda su historia; sin embargo, es mucho lo que nos falta comprender sobre su funcionamiento. Aún no es posible hacer predicciones precisas sobre la actividad solar. Un ejemplo es este ciclo 25 que ha superado la actividad que se esperaba. Mientras mejor entendamos lo que ocurre en nuestra estrella, más preparados estaremos ante sus temporadas de gran actividad.