¿Qué pasaría ante un mega estallido solar? Una estrella lejana nos da un ejemplo Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
10 diciembre, 2021
EK Draconis se encuentra a 111 años luz de distancia y nos muestra una versión joven de nuestro Sol. Un equipo internacional de investigadores encontró en esta estrella un ejemplo de lo que podría ser capaz de provocar nuestro Sol con un gran estallido. El evento detectado en EK Draconis es mucho más potente que lo que se conoce hasta ahora en nuestro sistema solar.
El artículo publicado en la revista científica Nature Astronomy describe el fenómeno llamado “eyección de masa coronal”. Lo que ocurrió en esta lejana estrella es un ejemplo de lo que pudieron vivir nuestro planeta y sus vecinos durante miles de millones de años.
Una mega explosión lejana
Las explosiones del tipo que fue observado en EK Draconis son comunes en nuestro Sol, con una magnitud mucho menor. En ellas se expulsan nubes de partículas calientes o plasma que atraviesan el espacio a millones de kilómetros por hora. En el caso hipotético de que nuestro Sol tuviera un estallido de esa magnitud freiría los satélites en órbita y dañaría los sistemas eléctricos en la Tierra.
El registro de la explosión ocurrió en abril de 2020. El evento lanzó al espacio una nube de plasma con una masa de trillones de kilogramos, su intensidad fue 10 veces mayor a la más potente que se había registrado antes en una estrella similar al Sol. Una de estas eyecciones de masa coronal “podría, teóricamente, ocurrir también en nuestro Sol”, de acuerdo con Yuta Notsu, de la Universidad de Colorado Boulder en Estados Unidos, quien participó en la investigación. “Las eyecciones de masa coronal pueden tener un grave impacto en la Tierra y en la sociedad humana”, explica el especialista.
Las eyecciones de masa coronal se producen habitualmente después de que una estrella suelta una llamarada. Se percibe un estallido repentino y brillante que se extiende rápidamente por el espacio. Las llamaradas son posibles en una estrella como la nuestra, aunque no son frecuentes; teóricamente ocurrirían una vez cada varios miles de años. Esto llevó al equipo dirigido por Kosume Namekata del Observatorio Astronómico Nacional de Japón a preguntarse si podría ocurrir algo similar en nuestro sistema solar.
“Las superllamaradas son mucho más grandes que las que vemos en el Sol. Por eso sospechamos que también producirían eyecciones de masa mucho más grandes. Pero hasta hace poco, eso era sólo una conjetura”, narra Notsu. Esto los llevó a observar hacia EK Draconis. Esta estrella es similar a nuestro Sol pero mucho más joven; lo que vemos de ella es su imagen cuando tenía 100 millones de años. “Es el aspecto que tenía nuestro sol hace 4,500 millones de años”, aclara el investigador.
Para su búsqueda, el equipo de investigadores recurrió al Telescopio de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA y al telescopio SEIMEI de la Universidad de Kioto. La observación incluyó 32 noches entre invierno y primavera de 2020. El 5 de abril fue el día en que encontraron la superllamarada. 30 minutos después de iniciada vino la eyección de masa coronal. En aquel momento sólo se registró la primera fase conocida como “Erupción de filamentos”.
Ahora nuestro Sol es mucho mayor y la probabilidad de un evento de este tipo es menor. Sin embargo, en el pasado debió tener una mayor actividad y esta pudo dar forma a planetas como nuestra Tierra o Marte. “La atmósfera de Marte actual es muy fina en comparación con la de la Tierra. En el pasado, creemos que Marte tenía una atmósfera mucho más gruesa.
Las eyecciones de masa coronal pueden ayudarnos a entender lo que le ocurrió al planeta durante miles de millones de años”, aclara Notsu. Quizá no tengamos una máquina del tiempo para confirmarlo, pero observar a estrellas similares a nuestro Sol cuando eran jóvenes nos ayuda a tener una idea más clara de lo que ocurría en él.