Razones para cuidar nuestra piel del sol Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
15 enero, 2024
La luz solar trae muchos beneficios a nuestra vida. Sin embargo, también tiene consecuencias negativas para nuestra piel.
La exposición prolongada a la luz solar incluye una gran cantidad de radiación ultravioleta. Los rayos UV son causa de cáncer en la piel y es mejor tomar precauciones para evitarlo.
La piel ante la radiación solar
La mayor parte de los casos de cáncer de piel se deben a la exposición excesiva a los rayos ultravioleta. Estos son un tipo de radiación invisible que proviene del sol.
Realizar actividades al aire libre trae muchos beneficios a nuestra salud. Nos mantiene activos físicamente, aporta vitamina D y reduce el estrés.
El balance entre beneficios y riesgos puede parecer complicado pero no es tanto. Existen todo tipo de accesorios que nos ayudan a reducir el impacto de la radiación ultravioleta en nuestra piel que daña las células.
Podría parecer que la época de mayor riesgo es el verano pero no es así. Los rayos UV permanecen durante los días nublados y frescos.
Distintas superficies reflejan los rayos UV. Entre ellas están el cemento, el agua, la nieve y la arena. El momento en que son más intensos es alrededor del medio día, entre las 11 y 16 horas en México.
También existen fuentes artificiales de rayos UV con las que también se debe tener cuidado. Entre ellas están las camas bronceadoras y las lámparas solares.
Existen distintos tipos de rayos UV. De acuerdo con su longitud de onda puede ser ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB) y ultravioleta C (UVC). La mayor parte de la radiación que llega a la Tierra es UVA, aunque también logran llegar algunos UVB.
Los rayos UVB tienen más energía y pueden dañar con mayor intensidad la piel. Sin embargo, todos los rayos UV son peligrosos para nuestra piel y pueden causar cáncer.
Existe una escala para medir la potencia de los rayos UV, se le conoce como índice de UV. Su magnitud va de 1 a 11+. Mientras más alto es el número mayor es el riesgo por exposición a los rayos UV.
Para índices superiores a UV 3 es necesario usar protección. Entre UV 3 y UV 7 el riesgo de exposición es medio. Entre UV 8 y UV 11+ se requiere protección extra.
Acciones para protegerse de la radiación UV
Mantenerse lejos de la luz solar no es una alternativa. Todos en algún momento requerimos realizar actividades fuera de casa. Además, evitar el exterior también traería problemas a la salud.
La primera recomendación para reducir la exposición a los rayos UV es preferir la sombra. Además de cubrirse en la sombra, será útil usar prendas protectoras.
El sombrero es una prenda que protege la cabeza del sol. Además de cubrir la piel protege los ojos, que también son afectados por los rayos UV. El tipo de sombrero más popular en el mundo es la gorra de béisbol, que fue diseñada para proteger los ojos de los jugadores; unos lentes oscuros también son de ayuda en este caso.
Las prendas largas también son una prenda útil para protegerse de la radiación UV. Las camisas de manga larga, faldas largas y pantalones largos son prendas accesibles y que brindan un buen rango de protección.
Las telas con poros más cerrados son las más adecuadas para proteger la piel. Los colores oscuros también ofrecen un mayor nivel de protección que los claros. Además, si la ropa está seca, protege mejor que si está mojada. Así lo sugiere la American Cancer Society.
Finalmente, el uso de bloqueador solar es otra recomendación para reducir el riesgo de sobreexposición a la radiación UV. Los bloqueadores solares se aplican sobre la piel y actúan como un filtro, esto significa que no bloquean todos los rayos UV.
Los productos con protección solar mantienen un Factor de Protección Solar (FPS en español). Mientras más alto es el FPS, mayor es su grado de protección.
Mientras más aumenta el número en el FPS menor se vuelve la diferencia. Los bloqueadores con FPS 15 filtran aproximadamente el 93% de los rayos UV, los de FPS 30 filtran el 97%, los de FPS 50 filtran el 98% y los de FPS 100 filtran el 99%. Ninguno bloquea el total de la radiación UV.
Hay muchas formas de proteger nuestra piel de la exposición al sol y a los rayos UV. Algunas son muy accesibles y bastará con que las usemos de forma adecuada en nuestro día a día. Proteger nuestra piel es una responsabilidad para toda la vida.