Se detecta posible actividad tectónica en Venus Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
14 mayo, 2025
Hace 35 años la sonda espacial Magallanes de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) visitó el segundo planeta del sistema solar. Sin embargo, todavía hoy los datos que recopiló permiten nuevos descubrimientos.
A diferencia de la Tierra, Venus no tiene un conjunto de placas tectónicas en constante movimiento. Sin embargo, su superficie se deforma por la acción de material derretido que está debajo de ella.
Un gemelo de la Tierra del que se puede aprender mucho
Un estudio publicado recientemente por la revista Science Advances analiza la forma en que la superficie de Venus sufre cambios. Lleva por título “Un espectro de procesos tectónicos en las coronas de Venus revelado por la gravedad y la topografía”.
Los investigadores mencionan que las coronas de este planeta son clave para comprender su geodinámica. Explican que su formación suele relacionarse con interacciones entre las columnas de humo y la litosfera. En algunos casos muestran comportamientos similares a los procesos de subducción en las placas tectónicas terrestres.
En la Tierra la subducción ocurre cuando una placa tectónica se desplaza debajo de otra cercana. Esta fricción puede crear terremotos. Además, cuando el material rocoso se hunde en el manto la roca se derrite y regresa a la superficie a través de respiraderos volcánicos.
Una corona venusina es una ubicación donde una columna de humo caliente se levanta. El material flotante empuja hacia arriba de la litosfera y choca con el material de la superficie en los alrededores. Su tamaño puede ser de algunas decenas hasta cientos de millas de diámetro.
Las coronas suelen tener una forma oval. Tienen un sistema de fracturas concéntricas en sus alrededores. En el caso de Venus, la litosfera incluye a la corteza y la parte superior del manto.
Los datos para estudiar el comportamiento de las coronas de Venus se obtuvieron de la misión Magallanes de la NASA. Esta sonda espacial visitó al segundo planeta en 1990. Esta actividad que ocurre en la superficie o ligeramente debajo de ella permite entender lo que pudo haber ocurrido en el pasado de nuestro planeta.
“Las coronas no se encuentran en la Tierra hoy; sin embargo, pueden haber existido cuando nuestro planeta era joven y antes de que la tectónica de placas hubiera sido establecida”, explicó al medio digital Phys.org Gael Cascioli. Él aparece como primer firmante del estudio y es investigador en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Además del proceso que recuerda a las subducciones terrestres, los investigadores proponen otros dos procesos tectónicos en Venus. El primero se conoce como “goteo litosférico” y consiste en que material frío se hunda en el manto caliente. El tercero se trata de que una pluma de roca fundida en una parte gruesa de la superficie impulsa el vulcanismo por encima de ella.
Para el estudio se usaron modelos geodinámicos en tercera dimensión. Con ellos predijeron las señales gravitacionales bajo distintos escenarios de formación de coronas inducido por las columnas de humo. Se estudiaron 75 coronas y se encontró material flotante por debajo de 52 de ellas.
Scioli explica que la combinación de datos topográficos y gravitacionales permitieron reconocer este comportamiento en las Coronas. Este investigador participa en el proyecto Emisividad de Venus, Radio ciencia InSAR, Topografía y Espectrografía (VERITAS), que visitará Venus en la próxima década.
La misión VERITAS tendrá mejoras considerables en la resolución gravitacional. Estudiará 427 coronas venusinas. Esto permitirá una mejor comprensión de la estructura y la geodinámica de Venus.
Cuando la misión Magallanes exploró Venus las coronas aparecieron como un tipo enigmático de característica geológica. Se les ha estudiado desde entonces. Ahora se reconoce que aparecen en lugares donde la litosfera es delgada y el flujo de calor es alto.
Anna Gülcher, quien participó en el estudio, explica que las coronas son abundantes en Venus. Ella es científica terrestre y planetaria en la Universidad de Bern en Suiza. También recuerda que estos mismos procesos pudieron ocurrir en la historia temprana de la Tierra.