Terremoto y tsunami en Japón: ¿cómo y por qué sucedió? Copiar al portapapeles
POR: Deyanira Almazán
11 marzo, 2021
Japón recordó este 11 de marzo el décimo aniversario del devastador terremoto y tsunami que provocara más de 20,000 víctimas fatales y la destrucción de la planta nuclear de Fukushima.
El cuarto terremoto más poderoso de la historia
El terremoto se debió al incesante movimiento de subducción entre la placa del Pacífico y la placa Norteamericana. Expertos aseguran que el movimiento provocó un desplazamiento de 20 metros de la corteza terrestre. El sismo liberó tanta energía como una bomba de hidrógeno de 45 megatones (para poner esto en perspectiva esto es como 30,000 veces más potente que la bomba que destruyó Hiroshima) y el estruendo provocado fue tan fuerte que las ondas sísmicas fueron percibidas en el espacio por el satélite GOCE a una altura de 260 km sobre el planeta.
Tuvo una magnitud de 9.0, fue el cuarto terremoto más fuerte registrado desde 1900 y el terremoto más fuerte en la historia de Japón. El movimiento telúrico también provocó que el día se volviera más corto, pues el eje de la Tierra se desplazó entre 10 y 25 centímetros alterando la longitud de un día en 1.6 microsegundos.
El tsunami
Pero la cosa no paró ahí. Luego vino el agua. El movimiento de la corteza oceánica provocó grandes y repentinos desplazamientos de agua en el Océano Pacífico creciendo e intensificándose a medida que se acercaban a la tierra. Olas de hasta 40 metros de altura golpearon la costa provocando la muerte de más de 20 000 personas, según fuentes extraoficiales- y destruyendo o dañando más de un millón de edificios. Este fue uno de los peores fenómenos naturales que sufrió una nación acostumbrada a ellos.
Pero esto tampoco fue todo.
El desastre nuclear
Cerca de la ciudad de Fukushima había un complejo de seis reactores nucleares capaces de producir más de 4,500 MW de energía eléctrica. Cuando ocurrió el terremoto los reactores 1 2 y 3 estaban en funcionamiento mientras que las unidades 4 5 y 6 estaban cerradas. El terremoto ocasionó que los tres reactores en funcionamiento se apagaran como fueron diseñados para hacerlo. Con la red eléctrica dañaada por el terremoto los generadores diesel de emergencia se encendieron pero con la llegada del tsunami los generadores se inundaron y se apagaron, facilitando una cascada de fallas técnicas y culminando con la completa pérdida de control sobre la central y sus reactores.
Como resultado de la liberación de reactividad al ambiente, el gobierno japonés ordenó la evacuación de todos los que vivían dentro de un radio de 20 km; esto incluía una serie de hospitales. También se prohibió la producción dentro de la zona para reducir el riesgo de radiactividad en los alimentos.
A pesar de esto, la admirable tradición japonesa en materia de prevención y preparación ante desastres ayudó a contener los daños. El día de hoy Japón recuerda el décimo aniversario del desastre realizando ceremonias en las áreas más afectadas y guardando un minuto de silencio en todo el país en el momento exacto en que el fue azotado por el poderoso terremoto hace diez años.
Hoy recordamos tristemente esta tragedia y reiteramos que aunque los riesgos naturales no pueden evitarse, saber qué hacer y estar siempre bien informados (además de una serie de medidas de gestión de riesgos por parte de las autoridades) puede salvar miles de vidas.