Un experimento registra las ondas cerebrales en pulpos que se mueven libremente Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
23 febrero, 2023
El pulpo es un animal que genera interés en todo tipo de especialistas. Su sistema nervioso incluye un cerebro central y un grupo de ganglios distribuídos en sus tentáculos, lo que hace que muchos lo imaginen con ocho minicerebros.
Uno de los retos para estudiar a los pulpos es que sus cuerpos son suaves y colocar algún dispositivo que estudie el funcionamiento de su cerebro requiere mucha imaginación. Un equipo de investigación logró estudiar sus ondas cerebrales en movimiento libre adaptando otros dispositivos.
Un animal enigmático y el estudio de su cerebro
El organismo de los pulpos es tan distinto al nuestro que despierta nuestra curiosidad en muchos sentidos. Incluso algunos especialistas afirman que si realmente queremos conocer la forma en que funcionan los cerebros tendríamos que estudiar a los pulpos.
“Si queremos entender cómo funciona el cerebro, los pulpos son el animal perfecto para estudiar en comparación con los mamíferos. Tienen un cerebro grande, un cuerpo increíblemente único y habilidades cognitivas avanzadas que se han desarrollado de manera completamente diferente a las de los vertebrados”, menciona en un comunicado la primera firmante, la Doctora Tamar Gutnick quien es investigadora en la Unidad de Física y Biología del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST).
Para medir la actividad cerebral de los pulpos se requieren dispositivos de registro. Bajo condiciones controladas estos permanecen en el pulpo pero si se les permite moverse libremente una de las reacciones predecibles es que los arrancarán con sus tentáculos.
“Los pulpos tienen ocho brazos potentes y ultraflexibles, que pueden alcanzar absolutamente cualquier parte de su cuerpo”, señala Gutnick. “Si tratáramos de conectarles cables, se los arrancarían inmediatamente, así que necesitábamos una forma de sacar el equipo completamente fuera de su alcance, colocándolo bajo su piel”, relata la especialista.
Los investigadores tomaron como base dispositivos que originalmente se usaban para estudiar aves durante vuelo. Se hicieron modificaciones para hacerlos impermeables y lo suficientemente pequeños para incrustarlos dentro del cuerpo del pulpo. Las baterías que incluyen permitieron 12 horas de registro continuo.
Para el experimento se eligió a la especie Octopus cyanea, mejor conocida como pulpo azul o pulpo de día. Estos pulpos son de gran tamaño. Habita el Océano Pacífico y el Índico.
Se anestesiaron tres individuos de esta especie. Se les instaló un dispositivo en una cavidad de la pared muscular del manto. Los electrodos quedaron entre el lóbulo vertical y el lóbulo frontal superior mediano.
La región elegida del cerebro de los pulpos es la de más fácil acceso. Además, se cree que es importante para el aprendizaje visual y la memoria. Ambas actividades son de interés para la Doctora Gutnick.
Una vez que concluyó la instalación de los dispositivos se les regresó a los tanques que habitan para videograbar su actividad. Durante 12 horas se registró su actividad cerebral mientras dormían, comían y nadaban en el tanque. Posteriormente se retiraron los dispositivos de registro para comparar con las observaciones en video.
Los investigadores reconocieron distintos patrones de actividad cerebral. Durante algunas de sus actividades tuvieron registros similares a los de los mamíferos. Algunas otras fueron mucho más largas con oscilaciones lentas que jamás se habían visto.
“Esta es un área que está asociada con el aprendizaje y la memoria, así que para explorar este circuito, realmente necesitamos hacer tareas de memoria repetitivas con los pulpos. ¡Eso es algo que esperamos hacer muy pronto!”, comenta la Doctora Gutnick.
Este es el primer paso de un proceso de investigación que podría dar luz sobre la cognición de los pulpos. Esto incluye la forma en que aprenden, socializan o el movimiento de su cuerpo.
El estudio se publicó recientemente en la revista científica Current Biology. En él participaron investigadores de Japón, Italia, Alemania, Ucrania y Suiza.