Un fósil chino muestra a un mamífero atacando a un dinosaurio Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
18 julio, 2023
Solemos imaginar a los mamíferos que coexistieron con dinosaurios como seres pequeños, escurridizos y tímidos que vivían ocultándose. Sin embargo, un fósil encontrado al noreste de China muestra un combate entre un mamífero y un dinosaurio.
Un flujo de lava detuvo el ataque del mamífero y lo conservó para la posteridad. Esta es una de las pocas evidencias que nos ayudan a imaginar las interacciones entre mamíferos y dinosaurios. Los resultados se publicaron en la revista Scientific Reports.
Un combate que se preservó por millones de años
Tanto mamíferos como dinosaurios surgieron en el Triásico Tardío y han coexistido durante alrededor de 230 millones de años. Posteriormente ambos grupos se diversificaron a lo largo del Mesozoico y el Cenozoico (cuando los dinosaurios se convirtieron en aves).
¿Cómo fueron las interacciones entre estos dos grupos en el pasado? Eso es algo que hemos imaginado por mucho tiempo, casi sin evidencia. Un fósil de la Formación Yixian nos muestra un combate a muerte entre un representante de cada grupo.
La formación se ubica en la provincia china de Liaoning, cerca de la frontera con Mongolia y Corea del Norte. Pertenece al Cretácico inferior. El fósil conserva a un mamífero gobiconodontido y a un dinosaurio psittacosaurido a mitad de un combate. Su edad aproximada es de 125 millones de años.
El dinosaurio que forma parte del fósil fue un Psittacosaurus. Su tamaño era similar al de un perro de talla grande. Este herbívoro es uno de los primeros dinosaurios con cuernos que se conocen. Vivieron en Asia durante el Cretácico Temprano, entre 125 y 105 millones de años atrás.
El mamífero es un Repenomamus robustus. Este animal era parecido a un tejón. Era más pequeño que el dinosaurio, aunque estaba entre los mamíferos más grandes de la época.
Se sabía desde hace tiempo que los Repenomamus robustus se alimentaban de Psittacosaurus. Otros fósiles muestran huesos de crías de este tipo de dinosaurios en los estómagos de los mamíferos.
“Los dos animales están encerrados en combate mortal, íntimamente entrelazados, y es una de las primeras pruebas para mostrar el comportamiento depredador real de un mamífero en un dinosaurio”, comenta al medio digital EurekAlert el Doctor Jordan Mallon, quien es paleobiólogo en el Museo Canadiense de la Naturaleza y participó en el estudio.
La posición de los dos contendientes muestra la ferocidad del combate. El dinosaurio se encuentra tirado con las patas dobladas hacia los lados. Por su parte, el mamífero está sentado sobre él sosteniendo su mandíbula, muerde una de las costillas y una de las patas traseras de su presa.
Un fósil inusual que nos muestra la vida cotidiana
El fósil fue encontrado en 2012 en la cama de fósiles Liujitun. A este lugar se le da el apodo de “la Pompeya china de dinosaurios”. Los dos esqueletos están casi completos. Actualmente pertenece a la colección del Museo de la Escuela Weihai Ziguang Shi Yan, en la provincia china de Shandong.
El apodo del sitio donde se encontraron los restos se debe a que la mayoría de los fósiles se formaron a causa de deslaves por una o varias erupciones volcánicas. Entre ellos se encuentran dinosaurios, lagartos, anfibios y pequeños mamíferos. La presencia de material volcánico fue confirmada por el Doctor Aaron Lussier, quien es minerólogo del Museo Canadiense de la Naturaleza.
Una de las posibilidades que se consideró es que el dinosaurio estuviera previamente muerto. Así, el mamífero sería un carroñero. Sin embargo, la forma en que interactúan es más adecuada para un combate entre ambos. Si el mamífero hubiera llegado después de la muerte no sería necesario someter al cadáver de esa forma.
Los investigadores identifican a animales actuales que atacan a presas de mayor tamaño, lo que hace factible la posibilidad de un ataque entre los fósiles. Cazadores actuales como los lobos atacan a animales más grandes como Caribúes. En la sabana africana se tienen ejemplos como hienas o chacales que atacan a sus presas mientras siguen vivas hasta que colapsan, muchas veces en un estado de shock.
“Este podría ser el caso de lo que está representado en el fósil, con el Repenomamus realmente comiendo el Psittacosaurus mientras todavía estaba vivo, antes de que ambos fueran asesinados en las turbulentas secuelas”, explica el Doctor Mallon.
La conservación de los fósiles en lava de la cama de fósiles Liujitun permite conocer no sólo a los organismos que vivieron ahí, sino escenas de su vida. Así como los habitantes de Pompeya se conservan en su última acción antes de ser alcanzados por la lava, los fósiles de esta región al noreste de China nos muestran la vida cotidiana en el Cretácico.