Una columna de polvo del Sahara se dirige a América, como cada año Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
24 junio, 2020
El 19 de junio, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) publicó en su portal web una noticia sobre una columna de polvo sahariano. El satélite Suomi NPP, que administran en conjunto la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), captó una columna de polvo cruzando el Atlántico.
Dicha columna se formó el 13 de junio y para el momento que se publicó la nota ya había recorrido 2 mil millas camino a América, equivalentes a casi 3,219 kilómetros. Con las imágenes captadas se creó una animación que mostraba el avance del polvo entre el 13 y el 18 de junio. Unos días después las redes sociales se plagaron de noticias alarmando sobre la llegada de este polvo a México, ignorando que este es un fenómeno que ocurre cada año.
Un fenómeno natural arrastrado por el pánico
Rápidamente la noticia derivó en una amplia lista de riesgos para la salud y consejos para protegerse del “peligroso” polvo. Algo que habría reducido la cantidad de lectores y también el nivel de alarma sería la explicación básica: se trata de un fenómeno cíclico que ocurre cada año. Sí, una columna de polvo se dirige al Caribe Mexicano y posiblemente llegue al Golfo de México, como lo hace cada año. Nuestro país no es el único al que llega esta arena Sahariana.
La misma nota de la NASA, titulada “NASA Observa Una Gran Columna de Polvo Sahariano Sobre el Océano Atlántico”, aclara que esto es normal. Cientos de millones de toneladas provenientes del desierto del Sahara cruzan el Atlántico cada año. Este proceso ayuda a conservar las playas del Caribe y fertiliza el Amazonas. También aclara que puede afectar la calidad del aire en el continente americano, sin extenderse mucho en esta parte.
En distintas partes del mundo se desplazan grandes cantidades de polvo en forma de tormentas. Es un fenómeno que se presenta en regiones áridas y semiáridas. Ocurre en África septentrional, la península arábiga, Asia central y China, según lo reporta un comunicado del Centro Nacional para la Prevención de Desastres mexicano (CENAPRED) de 2019. La cantidad que llega a nuestro país de polvo sahariano depende de la intensidad del viento y la concentración del mismo sobre África.
El trayecto que sigue el polvo de origen africano incluye sólo una parte de nuestro país. El oriente y sureste de México es la región que recibe el polvo. La Sierra Madre oriental es una barrera natural que detiene a las columnas de polvo sahariano. Además, el mismo comunicado del CENAPRED aclara que el polvo no representa un riesgo para la población; su efecto directo es sobre nubes y lluvias. Entre los efectos visibles están los cielos grisáceos, atardeceres rojizos y escasa nubosidad.
Como ante cualquier otra fuente de polvo se recomiendan algunas medidas precautorias. Se sugiere no exponerse a grandes concentraciones de polvo, resguardarse cuando se reconozca una tormenta de arena, así como cerrar entradas de aire como puertas y ventanas cuando estas ocurran. En caso de encontrarse en el exterior se recomienda usar lentes, cubrebocas o pañuelos para las personas propensas a enfermedades respiratorias. La última recomendación es no hacer caso de rumores e informarse en fuentes oficiales.
Es normal una dosis extra de temor durante una cuarentena, pero los ciclos naturales son eso: naturales. Basta con tomar las precauciones de toda la vida y ese polvo que viene desde el desierto del Sahara será un aporte benéfico a nuestro país, como siempre lo ha sido.