Una especie nativa regresa a Yosemite al retirarse una especie invasora Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
20 mayo, 2025
Un episodio clásico de los Simpson explica los riesgos de introducir una especie invasora en un ecosistema al que no pertenece. Sin necesidad de ir al hemisferio Sur, un estudio recientemente publicado por la revista Biological Conservation describe las consecuencias de la presencia de la rana toro en el Parque Nacional de Yosemite en California, Estados Unidos.
Una vez que las ranas toro fueron removidas del parque regresó una especie nativa de tortugas. El espacio de investigación fue un estanque al noroeste de Yosemite.
Un intercambio de espacios
Se les conoce como tortugas del estanque del noroeste, aunque no se les veía en este espacio hasta hace poco. Con la presencia de las ranas el estanque vivió cambios importantes.
Las ranas toro producen sonidos que cambiaron el paisaje sonoro de Yosemite. Distintas especies nativas tuvieron que acostumbrarse a un espacio ruidoso, algunas se fueron.
El estudio que tiene a Sidney M. Woodruff como primera firmante sugiere que era necesario remover a las ranas toro en áreas de conservación para recuperar a la tortuga del estanque. Ella pertenece al Departamento de Vida Silvestre, Peces y Conservación Biológica de la Universidad de California (UC) Davis.
“Por la noche, se podía mirar hacia fuera sobre el estanque y ver una constelación de ojos parpadeando de vuelta hacia ti”, relata al medio digital Phys.org Woodruff, quien es candidata a Doctorado. “Su sonido de bocina es icónico, y ahoga los llamados de las especies nativas”, agrega.
Existen únicamente dos especies de tortugas de agua dulce nativas de California. Una es la tortuga del estanque del noroeste y la otra es la tortuga del estanque del suroeste. Para este momento la primera de estas especies ha desaparecido de la mitad del territorio que solía abarcar entre Baja California y el estado de Washington.
Por su parte, la rana toro americana proviene del este de Estados Unidos. Al llevarlas al oeste encontraron presas fáciles entre las tortugas jóvenes.
Brian Todd, quien es profesor en la UC Davis explica que las ranas toro americanas son un riesgo como especie introducida a nivel mundial porque su dieta es muy amplia. Comenta que comen todo aquello que quepa en sus bocas y han provocado disminución en la población de especies locales en todos los lugares donde han sido introducidas.
Las ranas toro americanas y las tortugas del estanque noroeste comenzaron su historia común hace varias décadas. En la década de los 50 se introdujo a las ranas toro en Yosemite. Para la década de los 70 se habían dispersado por muchas regiones del parque.
En observaciones de campo se había notado que las ranas toro se alimentaban de tortugas. Sin embargo, hay poca investigación sobre el tema.
Este fue el punto de partida de los investigadores. Entre 216 y 2022 hicieron monitoreo en sitios habitados por las tortugas del estanque noroeste. En dos de ellos había ranas toro y en dos de ellos no.
Los resultados fueron claros. En los sitios donde las tortugas y las ranas coexistían, el tamaño de la primera de estas especies era mayor. Las tortugas eran en promedio 36% más altas que en los sitios sin ranas, además de 97% más pesadas.
La deducción de los investigadores es que las tortugas jóvenes no sobrevivían en los entornos compartidos con las ranas. En los sitios sin ranas, las tortugas eran entre 2 y 100 veces más abundantes.
En 2019 se erradicó a las ranas toro de los sitios habitados por tortugas. El resultado fue que comenzaron a observarse tortugas jóvenes en los sitios donde antes compartían espacio con las ranas.
Aunque parezca una simple estrategia de quitar una especie para recuperar a otra, el asunto es más complejo. Las tortugas del estanque noroeste son nativas de la zona y cumplen funciones biológicas como participar en el ciclo de nutrientes y energía.
Las tortugas no fueron las únicas beneficiadas con la erradicación de las ranas toro. Woodruff señala que también se ha observado el regreso de otras especies como salamandras nativas. A diferencia de la mascota de Bart Simpson, las ranas toro no destruyeron por completo un entorno natural y los habitantes originales lograron regresar a su hábitat.